Valladolid estudia instalar gimnasios portátiles en grandes contenedores metálicos

El Consistorio valora la contratación de estos gimnasios, en forma de compra o alquiler, que podrían ir en emplezamientos fijos, aunque su condición de elementos portátiles les permite moverse a un punto u otro de la ciudad dependiendo de las necesidades, tal y como explica Larvi Varela, gerente de Cubofit, la última empresa de estas características que se ha reunido con el Ayuntamiento. «Lo que proponemos es llevar el deporte a todos los lugares que se quiera porque el Ayuntamiento puede moverlo sin dificultad. Se pueden hacer actividades de entrenamiento funcional e impartir todas las actividades que se quieran, ya que el cubo tiene placas solares y dispone de música», indica Varela, que tiene bien definido el público objetivo de su empresa. «Llegamos al deportista 'outdoor', al que no le gusta encerrarse en un sitio para hacer actividades dirigidas», añade.

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Estos gimnasios portátiles son grandes contenedores metálicos que en su interior cuentan con cuerdas para trepar, 'racs' para trabajar con pesas, barras olímpicas y de dominadas, sacos y otra serie de elementos que han llevado, por ejemplo, al Ayuntamiento de Madrid a comprar más de treinta de estos espacios para fomentar el deporte entre los vecinos. «De momento, estamos manteniendo reuniones con empresas para conocer los diferentes modelos que hay en el mercado y, a partir de ahí, decidiremos si hacemos una compra o preferimos un alquiler, por el momento. Entiendo que en primavera podemos tener instalados los primeros en la ciudad», apunta el concejal de Deportes.

Por su parte, la última empresa con la que se ha reunido el Consistorio es optimista. «Valladolid es una capital activa. Conocemos bien la ciudad y estamos convencidos de que este tipo de gimnasios portátiles compaginan a la perfección con las instalaciones de calistenia que ya hay. Este sistema se ha multiplicado a partir de la pandemia en diferentes ciudades y esperamos que pronto esté aquí», señalan desde Cubofit.

La pregunta parece obligada. ¿Este modelo público no afectará a las iniciativas privadas que funcionan en la ciudad? Alberto Bustos responde así a la pregunta: «Todo esto suma. No es competir contra un gimnasio privado. Toda la gente que coja el hábito de hacer deporte porque hay instalaciones en la calle será más fácil que luego se apunte a un gimnasio, a una piscina o a unas clases de pilates. Está demostradísimo que esto no compite con la iniciativa privada», explica Bustos poco antes de poner un ejemplo. «Hasta ahora, el Ayuntamiento ha hecho treinta instalaciones deportivas al aire libre y eso no se ha traducido en que baje el número de personas apuntadas a un gimnasio, todo lo contrario. Por ejemplo, en el solar de Lauki se va a levantar un gran centro deportivo y cerca de allí están las pistas del Río Esgueva, y otros dos grandes gimnasios», incide el concejal.