El Ayuntamiento lleva al desguace 1.704 vehículos desde 2019 ante la saturación del depósito municipal

Este volumen supone más de la capacidad de este almacén al aire libre, con 1.100 plazas oficiales y que ahora registra una sobreocupación al estar aparcados en él más de 1.700 vehículos de todo tipo, de los que 216 son motos; 70, bicicletas, y 10, patinetes, que han sido retirados al no cumplir las prescripciones legales de potencia o configuración.

Un alto porcentaje de los automóviles, camiones o furgonetas que llegan hasta esta parcela de cinco hectáreas no son recuperados por sus dueños. Renuncian a ellos. Se trata de los vehículos más antiguos, a los que ya les ha puesto pegas la ITV, o aquellos que registran problemas de documentación, principalmente por no tener seguro o contar con algún embargo o precinto por deudas o de carácter judicial.

En muchos casos, la obligación de poner al día los papeles y pagar, además, las tasas del depósito, retrae a los propietarios al costar más el collar que el galgo. Son 98,83 euros de la grúa y 83 céntimos por hora de estancia, lo que arroja un abono por día de 20 euros. Así, recoger un vehículo que lleve un mes supondría tener que pagar 700 euros. Cuanto más tiempo, la factura engorda. A muchos no les compensa ese gasto.

La estancia media de las carrocerías no reclamadas es de 30 meses. Es el tiempo de tramitación, notificaciones y publicaciones en boletín de los avisos sobre la situación del vehículo hasta que se comunica su achatarramiento definitivo. En lo que va de año, han entrado en este parque 2.691 vehículos y se han recuperado 2.219. Un total de 472 permanecen aún en las instalaciones y de ellos muchos morirán allí definitivamente. En la colección hay de todo. Reliquias, automóviles contemporáneos y turismos de alta gama, como Mercedes, BMW y Audis, con precinto judicial tras ser requisados en operaciones policiales contra grupos delictivos.