Bloques de viviendas en la plazoleta del grupo Aramburu. Rodrigo Jiménez

Valladolid

El Ayuntamiento descarta rehabilitar las viviendas de Las Viudas y Aramburu a corto plazo

El concejal de Urbanismo explica que no hay ningún plan municipal establecido para actuar en los 130 bloques de las barriadas, que presentan graves deficiencias y humedades

Jenifer Santarén

Valladolid

Domingo, 25 de febrero 2024, 00:01

El incidente de las aguas estancadas en la plaza del Esla, epicentro de Las Viudas, que provocan graves problemas de salubridad en esta zona de Delicias en la que juegan muchos niños, ha evidenciado la necesidad de una actuación profunda en la barriada. El ... plan lleva sobre la mesa de diferentes gobiernos municipales más de veinte años, cuando el ejecutivo de Francisco Javier León de la Riva (PP) planteó en 2001 el primer proyecto de rehabilitación integral de los 130 bloques de los polígonos de Las Viudas y Aramburu, situados entre el paseo Juan Carlos I y la avenida de Segovia y la calle Ebro.

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El proyecto no pasó de su fase inicial y únicamente se llevó a cabo en dos edificios de la calle Hornija, cuyas obras finalizaron en 2006. En 2015 el Ayuntamiento, gobernado en coalición por el PSOE y Valladolid Toma La Palabra (VTLP), quiso recuperar el programa, pero después de dos legislaturas no se llegó actuar en las viviendas y ahora el actual consistorio del PP dice que «no hay ningún plan municipal en marcha».

A finales de 2022 el anterior alcalde Óscar Puente se aventuró a fijar en 2024 el inicio de la rehabilitación de las más de 780 casas. Pero todo apunta a que volverá a quedar en un cajón. La actual corporación no tiene contemplado ningún presupuesto para abordar las deficiencias que presentan dos de las zonas más deprimidas de Valladolid. «No está sobre la mesa. No hay dotación económica, ni había pedida ninguna subvención europea, ni ningún fondo de ningún tipo», aclara José Antonio Zarandona, concejal de Urbanismo, al ser preguntado por el legado del anterior equipo de gobierno: «Supongo que serían ideas y planteamientos, como muchos ha habido a lo largo del tiempo, pero no algo que realmente concretara plazos y presupuestos», concluye.

«No está sobre la mesa. No hay dotación económica»

José Ignacio Zarandona

Concejal de Urbanismo

El 'Plan Especial de Reforma Integral (PERI) del Polígono Viudas-Aramburu', como fue denominado por el consistorio, tenía prevista una inversión de 26,6 millones, financiada con Fondos Europeos y con el apoyo del gobierno autonómico. El tiempo de ejecución sería de cinco años y recogía tres ejes de actuación en los dos polígonos, con la rehabilitación integral de los 130 bloques, la urbanización del entorno y la puesta en marcha de un programa social, que incluía la constitución de comunidades de vecinos. Finalmente solo se llegó a remodelar la plazoleta del centro social Segundo Montes, donde se estrenaron, zonas verdes, espacios de juego y papeleras.

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Desde la Asociación de Promoción Gitana de Valladolid (APGV) aclaran que aunque hubo reuniones con el equipo de Urbanismo, no se llegó a concretar nada. «En los primeros meses de la primera legislatura vino Manuel Saravia a visitar las viviendas. Se mantuvieron negociaciones, salió el famoso proyecto, se habló de hacer una permuta con los terrenos de la zona del hospital, pero en los últimos tres años hubo dejadez», lamenta Enrique Jiménez, presidente de la APGV, que pide soluciones para un problema que necesita ser abordado desde hace mucho tiempo «a nivel urbanístico y a nivel social» .

Jiménez rememora que la idea inicial del consistorio pasaba por hacer un lavado de cara reformando fachadas, cambiando ventanas y tejados, similar a lo ocurrido en el 29 de octubre, una actuación que consideraron insuficiente debido al deteriorado estado de las viviendas: «Estamos hablando de cañerías de hace 60 años. No hay cimientos, las viviendas están en el suelo, suben las humedades. Hay cucarachas, ratas…». La solución ideal para la asociación sería «tirarlas y volverlas a levantar, ya que están muy deterioradas», algo que se ha planteado en muchas ocasiones pero que se ha topado con la limitación económica de los vecinos, que tenían que asumir una cantidad. «Si no es viable volver a construir que al menos la rehabilitación sea integral, de adentro a afuera», pide el representante.

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El plan inicial de De la Riva, que llegó a contemplar la demolición y reconstrucción del barrio y para el que se había elaborado un presupuesto de 9,3 millones de euros, no pasó de su fase piloto. El principal escollo fueron los 3.000 euros que debía aportar cada familia por vivienda, la mayoría en situaciones muy precarias, además de la dificultad de contar con el consenso de toda la comunidad de propietarios. Las obras terminaron en 2006, tras un año de ejecución, y se actuó únicamente sobre 12 viviendas -seis por cada bloque-. El coste ascendió a 171.288 euros, destinados a la eliminación de humedades, renovación de las redes de suministros, instalación de nuevos cerramientos y carpinterías, además de la reforma de la fachada.

«Pasan los años y los gobiernos y al final las familias siguen sufriendo»

Enrique Jiménez

Presidente de la Asociación de Promoción Gitana de Valladolid

Las viviendas, pisos de entre 29 y 45 metros cuadrados en los que malviven cerca de 4.000 personas, en su mayoría de etnia gitana, fueron construidas hace más de 60 años. El deterioro por el paso del tiempo agrava las deficiencias iniciales de construcción que ya de por sí presentaban los bloques debido a los sistemas y los materiales empleados en la época. «Pasan los meses, los años, los gobiernos y al final las familias siguen sufriendo y pasándolo mal», comenta Jiménez. En la última reunión del consejo de Servicios Sociales de antes de navidad, en el que tienen representación, consultaron al equipo de gobierno actual si se iba a retomar el proyecto de rehabilitación de Las Viudas y Aramburu: «Nos dijeron que acababan de aterrizar y que tenían que verlo. A partir de ahí no tenemos ningún tipo de información».

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«Habrá que sentarse y algo habrá que prever, ayer la mejor voluntad fue reunirnos con mucha gente tratando de debatir. Primero hay que conocer el problema de su mano y después ver cómo podemos aunar esfuerzos entre todos», razona Zarandona, que el miércoles se reunió con los vecinos de Las Viudas, acompañado de otras concejalías, para abordar el problema de salubridad en la plaza del Esla. El edil adelanta que «soluciones mágicas» no existen, ante un problema que han tratado de solucionar sin éxito ejecutivos de distintos colores y que requiere «ingentes cantidades de dinero público y actuar en muchos frentes». Por el momento el regidor no pone fecha para abordar la dignificación de la barriada: «No me queda más remedio que decir que las soluciones no son fáciles y rápidas, sigue siendo a largo plazo, por más que lo llevemos arrastrando desde mucho tiempo atrás».

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