El Ayuntamiento compra 62 viviendas junto a la dársena del Canal de Castilla para alquiler joven

Según explicó el regidor, cerca de la mitad de los pisos están ahora ocupados por inquilinos que tienen en vigor un contrato de arrendamiento. Cuando estos expiren, esas casas se irán incoporando a al patrimonio municipal para incluirlas en el programa público.

El Ayuntamiento considera que este proyecto cumplirá una doble función. Por un lado, ayudará a paliar los problemas que sufren los jóvenes en materia residencial. Por otro, se pondrá en valor una zona atractiva, aunque desconocida para muchos con la rehabilitación y la llegada de nuevos vecinos.

La presidenta en funciones de la CHD, Diana Martín, destacó las bondades del principio de acuerdo al que han llegado ambas partes porque «se va a valorizar una zona que ahora no lo tiene».

Manuel Saravia recalcó que la operación también supone un paso importante en la conservación del patrimonio del Canal de Castilla, ya que los bloques se reformarán por completo y mejorará así la imagen del enclave. En la compra de este paquete inmobiliario, construido entre los años 1950 y 1960, se incluyen algunos locales y almacenes anexos, que se destinarán a uso municipal.

El concejal de Planeamiento Urbanístico aclaró que las viviendas tienen un tamaño medio de unos 90 metros cuadrados y avanzó que el precio del alquiler será asequible para este sector de población, aunque las rentas se ajustarán a cada caso. «Como media podríamos hablar de unos 200 euros al mes», concretó el edil.

La calle Canal ha recuperado en los últimos años actividad gracias a la instalación de dos restaurantes en antiguas naves de almacén que daban servicio a los trabajadores del Canal de Castilla. Además, la CHD pondrá en marcha próximamente un plan de recuperación y mejora de la calle Canal, que implica actualizar las instalaciones y pavimentos, y mejorar las conexiones con las áreas colindantes.

Tras la visita, el Ayuntamiento matizaba que la operación no está exenta de dificultades, ya que más de la mitad de las viviendas está ocupadas y muchas de ellas necesitan reformas. Sobre el primer aspecto, la voluntad es la de mantener en sus casas a las personas que ostentan derechos para residir en las mismas por su vinculación a la CHD o por autorización de esta. El cambio de propiedad no les afectará. El Consistorio acometerá un proyecto de actuación que permita poner en uso adecuadamente los pisos adquiridos. La compra no contempla las instalaciones que la CHD dispone para prestar su servicio público –laboratorio de aguas, archivo y otras dependencias–, que continuarán siendo de titularidad del Estado, según aclararon fuentes del organismo de cuenca.

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