Valladolid

El Ayuntamiento baraja una solución similar al túnel de la avenida de Salamanca para San Agustín

No se alteren, porque esto no va a ser para mañana. Con el viaducto de Daniel del Olmo en un estado tan delicado que ha obligado a vetar el paso de camiones y autobuses y el de Arco de Ladrillo en plenas obras para garantizar su seguridad y pendiente de una demolición para sustituirlo por un túnel, el futuro del cruce de la VA-20 con la Carretera de Madrid se plantea para el medio plazo, aunque la idea, subraya el edil, es afrontarlo dentro de los tres años que le quedan de mandato al equipo formado por PP y Vox. «El estudio lo licitaremos en un mes (hay un plazo de entrega de cuatro) y el proyecto podría estar en otros seis meses; la cuestión sería intentar licitar con fondos del presupuesto de 2025 para arrancar con la obra un año después», estima Gutiérrez Alberca.

El pliego de este informe, que ya está preparado para sacarlo a licitación, contempla, además de la elaboración de un completo análisis de los flujos de tráfico en esta conexión, el estudio de dos alternativas con una intersección a distinto nivel para acabar con los atascos. Así, en el apartado propositivo, el adjudicatario tendrá que estudiar ambas opciones. La primera, con la avenida de Zamora en nivel inferior (en túnel) y la de Madrid en superficie. Y la segunda, al contrario, con la carretera que lleva a Laguna deprimida y la VA-20 como está en la actualidad. En ambos casos, habría que reordenar el tráfico en de la glorieta para diseñar los giros permitidos en esta confluencia.

Se trataría pues de adoptar una solución muy similar a la del túnel de la avenida de Salamanca, que salva bajo tierra la confluencia de esta arteria de tráfico del oeste de la capital con Padre José Acosta, la subida al vecino término de Zaratán desde el puente de Adolfo Suárez (antes de García Morato). Ese paso inferior, que fue controvertido allá en los años 2009 y 2010, formó parte de una renovación completa de este tramo de 2,5 kilómetros de la avenida, entre Francisco Mendizabal y el inicio de la avenida de Burgos, en la que se invirtieron 10,4 millones de euros, de los que la Junta aportó 4,3. Para que ustedes se hagan una idea, esta intervención se prolongó entre marzo de 2009 y julio de 2010, 16 meses en los se renovaron colectores, se actuó en las aceras y se excavó el túnel, entre otras intervenciones.

En el pliego, el Ayuntamiento pide una evaluación de las «ventajas e inconvenientes y eventuales limitaciones o riesgos de cada una de las dos alternativas» para San Agustín en la relación con la integración de las actuaciones urbanas, la intervención técnica y la tramitación administrativa, un aspecto complejo al tener que ponerse de acuerdo con el Gobierno central.

«El nudo es de titularidad municipal, pero se ven afectadas la V-20 que es de la Junta, y la Nacional 601, que pertenece al ministerio hasta ese punto; lógicamente habrá que consensuar el proyecto entre las tres administraciones», apunta el concejal. Respecto al coste, será ese estudio el que aporte una cifra estimativa, pero podría rondar los diez millones de euros. El propio Jesús Julio Carnero aseguró en una entrevista que concedió a El Norte por su primer año al frente de la Alcaldía que llamara a la puerta del Ejecutivo autonómico para que apoye financieramente una obra que es necesaria desde hace décadas y que se ha ido retrasando sin una causa muy justificada.

Como se lee en el preámbulo del pliego, esta glorieta «soporta una acusada intensidad de tráfico que determina que, de forma recurrente, se produzca tráfico lento con retenciones por saturación de su capacidad, sobre todo en horas pico en las que se registra el máximo flujo de vehículos entre Laguna de Duero y Valladolid en confluencia con el acceso de vehículos pesados y de reparto a los polígonos industriales de la zona, que se distribuye mayoritariamente a través de la VA-20».

Esta decisión del equipo de PP y Vox de deprimir bien sea la VA-20 en este cruce o la Nacional 601 supone descartar definitivamente el anteproyecto que encargó el anterior concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, para este nudo de tráfico. Aquel diseño, elaborado por la empresa Consulting de Ingeniería Civil SPL, contemplaba la construcción de un canal subterráneo de 370 metros de longitud y un solo carril, que ofrecía la posibilidad a los coches y camiones que llegasen desde Laguna de Duero a circular bajo tierra para salir, tras un giro a la izquierda en el interior de este paso, hacia la ronda interior en dirección al polígono de Argales. Ese túnel, cuyo coste se valoró en 4,3 millones (IVA incluido), iba a tener una anchura de seis metros y un gálibo de 5,5, suficiente para dar cabida a los tráileres, principales causantes de los atascos en este punto negro al quedarse en muchas ocasiones atravesados con el cambio de semáforos en la glorieta.

El concejal de Tráfico y Movilidad considera que esta solución de sus antecesores se quedaba un poco coja al permitir solo el giro a la izquierda en un túnel de un solo carril. Será el estudio que se encargará de forma inminente y para cuya elaboración se destinarán 19.000 euros (IVA incluido) el que determine la mejor de las dos alternativas por las que apuestan los de Carnero. Para ello durante cuatro meses un ingeniero de caminos, canales y puertos y un arquitecto dirigirán primero una exhaustiva toma de datos en las dos vías que confluyen en la glorieta por tramos horarios y tipos de vehículos para, posteriormente, proponer la que consideren la opción más adecuada de las dos que se plantean. La empresa que resulte adjudicataria deberá presentar gráficamente mediante planimetría esquemática a escala adecuada en proyección plana y vistas infográficas el resultado del análisis que desarrollen.