Valladolid

El Ayuntamiento no autorizará más terrazas fijas y reordenará los 1.200 montajes hosteleros de exterior

El área que gestiona Gutiérrez Alberca contratará de forma inminente la elaboración de un plan director para hacer un análisis pormenorizado de los cerca de 1.200 montajes hosteleros de exterior autorizados a día de hoy con el objetivo de reordenarlos y hacer compatible la actividad económica de los empresarios con el derecho de los vecinos donde se ubican a no sufrir molestias y garantizar, además, una movilidad holgada y sin obstáculos para los peatones. Hay que recordar que en el momento álgido de la covid-19 se alcanzaron las 1.800, un incremento impulsado también por la exención, primero, y la rebaja, después, en el pago de las tasas por ocupación de vía pública.

Ese estudio, que servirá de base para diseñar una ordenanza en colaboración con el sector, se llevará a cabo con algunas premisas de partida. La primera, la de no dar vía libre a nuevas terrazas permanentes, esas estructuras fijas, en algunos casos de gran tamaño, que se comen muchos metros cuadrados de acera. «En el medio plazo no vamos a conceder más autorizaciones de este tipo y con las ya existentes se estudiará caso por caso dentro de la ordenación singularizada por zonas que pretendemos llevar a cabo; se verá si se pueden renovar, si hay que quitarlas o si se va a otro tipo de fórmula, como sería una concesión del uso del espacio público, con un coste mayor», avanza el máximo responsable del departamento.

El último ejemplo de que algunas de estas instalaciones generan conflicto ha tenido como escenario la zona del Lucense, en el Paseo de Zorrilla, donde los residentes denuncian la exagerada ocupación de la acera con dos grandes naves (una de ellas del restaurante Raza,) que les tapan las vistas y les generan molestias. A día de hoy, ambas cumplen con la norma. Otra cosa es lo que pase con ellas cuando se aborde esta revisión global.

El pasado mes de febrero se dio un primer paso dentro de este replanteamiento que se pretende acometer. Venció entonces el plazo para mantener las terrazas que se permitieron en franjas de aparcamiento en aquellos enclaves donde no había espacio en aceras para colocar mesas y sillas. En su momento, 150 negocios aprovecharon esta medida excepcional para poder sostenerse. De ellas, 56 ampliaron su estancia hasta que fueron levantadas definitivamente.

Pues bien, el Ayuntamiento ha analizado si esos bares y restaurantes, interesados en seguir contando con esta oferta de exterior, tienen opciones de hacerlo. Tras el diagnóstico por parte de la empresa IDI Studio se ha constatado que en 41 casos no se pueden recolocar por falta de ancho en la zona peatonal y estrechez de calle y en otros seis por tener que cruzar un vial desde el negocio, un supuesto no permitido en la actual ordenanza. Así, solo nueve establecimientos podrían contar con autorización si se aplicara la medida excepcional de situarlas a 15 metros de la entrada del local (3 casos), si se llegara a un acuerdo con la comunidad de propietarios del edificio donde se ubica el negocio (1) o si se llevara a cabo una ligera modificación en la urbanización de la calle (5).

La filosofía de este informe, con un análisis exhaustivo caso por caso, es la que se aplicará elaboración de ese plan director que servirá de base para la nueva normativa. El objetivo del actual equipo de Gobierno es aligerar la oferta. Además de poniendo veto a nuevas instalaciones fijas, regulando por zonas. Así, enclaves céntricos y singulares como la Plaza Mayor, el entorno de Poniente-Coca, la zona de la Catedral o algunos tramos del Paseo de Zorrilla tendrán un tratamiento específico, que permita compatibilizar negocio y movilidad peatonal. Teniendo en cuenta también que, tras el virus, el hábito de los clientes ha cambiado y son muchos los que prefieren consumir fuera de los establecimientos.

Entre los aspectos a la hora de establecer los futuros requisitos para estos montaje, más allá de alturas, dimensiones, elementos añadidos o cerramientos, se hará hincapié en aspectos de la logística diaria, como es la recogida de los diferentes elementos tras la jornada. «Es evidente que las terrazas no pueden ser un almacén en la calle y que su funcionamiento tiene que estar vinculado a los horarios de apertura de esos locales, no tiene mucho sentido que haya terrazas montadas con carácter permanente y que esos locales solo operen el viernes, sábado y domingo, o el fin de semana», pone como ejemplo el concejal.

Simultáneamente a la futura normativa o las instrucciones municipales que le puedan preceder, la intención del Ejecutivo local es actuar también a través de la ordenanza fiscal. «Ese tipo de elementos, como cortavientos, estufas, macetas... que lo que suponen no es un embellecimiento, sino que va más allá, también conllevan una privatización del espacio público y la intención es que se pague más por ellos», avanza Gutiérrez Alberca. El pasado año, el Ayuntamiento recaudó 1.163.819 euros por las terrazas (el 78% de lo presupuestado) y en el presente ejercicio la previsión es ingresar 1.115.000, de los que 886.107 ya están en las arcas municipales.

El presidente la Asociación de Hostelería, Jaime Fernández, valora de forma positiva este plan municipal, que se está diseñando con «un espíritu de colaboración con el sector», al tiempo que defiende también el derecho de los negocios a trabajar siempre que la actividad no conlleve un abuso de un espacio que es de todos.