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El encausado Francisco Javier R. J., responderá esta mañana por los delitos de incendio y tentativa de asesinato que le atribuye la acusación durante el juicio que está programado en la Sección Segunda de la Audiencia de Valladolid. Los hechos se remontan a la madrugada del 30 de mayo de 2019, ... cuando tuvo lugar un incendio en un bloque de seis alturas del paseo del Cauce, en Pilarica, que dejó 21 vecinos intoxicados por inhalación de humo, causó cuantiosos daños materiales en el inmueble y sacó a la luz la ocupación ilegal de un piso municipal de realojo. El incendio intencionado fue causado, según la acusación, por este veterano camello afincado al otro lado del Esgueva, en Pajarillos, que quemó los trastos que apilaba el inquilino ilegal en la puerta de la casa ocupada cuando intentaba que le pagará una multa de 20 euros. El sospechoso, Francisco Javier R. J., alias «Colorao», de 56 años y con un sinfín de antecedentes por tráfico de drogas, fue detenido pocos días después cerca de su domicilio e ingresó en prisión.
Al parecer, todo se precipitó en torno a las una de la madrugada de aquel 30 de mayo, cuando el ahora encausado y el okupa del piso municipal se encontraron en las calles de Pajarillos. Fue entonces cuando Francisco Javier abordó al hombre con una navaja, se la puso en la espalda y le obligó a ir a su domicilio, en el piso ocupado del primer piso del número 75F del paseo del Cauce, con el fin de cobrar una deuda de 20 euros cuyo origen, según apuntaron en su día fuentes policiales, podía estar en una posible venta de estupefacientes. El presunto agresor suma un sinfín de arrestos y condenas por narcotráfico desde su domicilio del histórico bloque del número 5 de la calle Paloma (escenario de decenas de registros policiales), situado en pleno corazón de la barriada del 29 de Octubre –a dos minutos del bloque incendiado en el paseo del Cauce– desde principios de los años noventa.
El veterano camello, que arrastra a su vez una incurable adicción a las drogas, acabó presuntamente plantándose en el piso de la víctima y le obligó a entrar a casa a coger dinero para abonar su deuda. Algo debió ocurrir en ese intervalo y el agresor acabó quemando la pila de trastos (muebles, maderas, colchones, pinturas...) que acumulaba a la puerta el vecino, en el rellano, a sabiendas de que en el interior no solo estaba él sino también su mujer y dos hijas menores. Las llamas acabaron causando un incendio que afectó a las seis plantas del bloque y muchos de los inquilinos, incluida la familia de la víctima, tuvieron que ser rescatados con máscaras de oxígeno por los bomberos entre el humo.
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