Atención Primaria amplía tratamientos para intentar frenar la hospitalización en la región

Las primeras indicaciones para los pacientes leves y moderados eran la de reposo, beber muchos líquidos y paracetamol –como en una gripe– sobre todo para bajar la fiebre. Y muchas personas, o más bien su sistema inmunitario, así han vencido al coronavirus. Sin embargo, las todavía escasas, pero sí sobre la mesa, evidencias clínicas apuntan a que los pacientes que pronto, hacia el segundo día de síntomas, evolucionan mal son susceptibles de un tratamiento precoz con vistas a frenar sus complicaciones y, por lo tanto, su hospitalización.

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, indicó ayer que se trata de «dar un nuevo enfoque» al tratamiento del coronavirus con un inicio «más precoz» para pacientes cuya evolución inicial no es buena.

Así, los médicos de Familia disponen ahora de un mayor arsenal para hacer frente a la enfermedad en este primer nivel asistencial. Antibióticos, si hay sospecha de infección respiratoria por el Covid-19 en busca de evitar una coinfección o sobreinfección bacteriana. Si hay sospecha de neumonía, recurrirán a la hidroxicloroquina, cuyos comprimidos pueden incluso triturarse para emplearse por sonda nasogástrica o administrarse con comida, una medicación que facilitará la farmacia hospitalaria. Oxígeno y broncodilatadores también se incluyen en el nuevo protocolo e, incluso, corticoides sistémicos, aunque no de forma generalizada.

Los facultativos, según varios consultados, comparten la introducción de estos tratamientos ambulatorios; aunque indican que suponen la «sobremedicación de algunos pacientes que ni siquiera tendrán coronavirus. El gran problema es la falta de pruebas para ajustar tratamientos a quien lo necesite y de forma segura porque el 80% de los que vamos a medicar en realidad no lo necesitan; aunque la situación –reconocen– es muy difícil», apuntan.

Asimismo indican, que «el gran problema de este virus es que provoca una inflamación exagerada del cuerpo que causa lesión en su propio organismo y genera, en su forma más grave, una fibrosis pulmonar; lo que con el tiempo requerirá, si se ha llegado a este punto, un trasplante de pulmón». No obstante, insisten en que verdaderamente el 80% son leves y solo el resto realmente se complica.

No obstante, los profesionales de Atención Primaria advierten que, al no haberse conseguido personal a mayores para atender los hospitales de campaña, se ha recurrido a los de Atención Primaria, tanto de equipo como de área. «Esto supone desvestir a un santo para vestir otro porque aunque hay menos actividad del resto de patologías, ahora casi todo lo que atendemos es a domicilio y en residencias de mayores o de personas con discapacidad, lo cual lleva mucho más tiempo. Además, hay que vestirse cada vez con todo el equipo de protección lo que también suma tiempo y no podemos prescindir de personal y en las zonas rurales aún lo tienen peor por las distancias. Es complicado pero nos están quitando los enfermeros menores de 60 años para llevárselos a Especializada», indican. Apuntan asimismo desde el sector sociosanitario que algo parecido «pasa en las residencias, les ofrecen trabajo en la red pública, que es muy golosa, y se van a trabajar dejando los geriátricos sin personal, sin posibilidades de contratación y con los problemas que vemos cada día».

Casado recordó, en la rueda de prensa telemática de cada día, que se ha creado un comité de expertos clínicos, de las personas que atienden día a día a estos pacientes, con el fin de «individualizar» las terapias. «Vamos a intentar impulsar el hecho de empezar los tratamientos un poco antes de manera que la necesidad de hospitalización sea menor», insistió.

Indicó la máxima responsable sanitaria autonómica que esperaba contar para ello con el apoyo de la Agencia Española del Medicamento y contar así con todo el material y los fármacos necesarios.

Insistió la consejera de Sanidad en que la Atención Primaria tiene un «papel primordial», ya que los servicios ambulatorios y a domicilio son «clave».

Verónica Casado repasó algunos datos al respecto como el de que, según los primeros análisis, se haya constatado que «el 80% de las personas que evolucionan bien ante el virus lo hacen después de dos o tres días de los primeros síntomas, pero el objetivo es iniciar un tratamiento en aquellas que, tras cuarto días, siguen mal a través de cloroquina u otros productos antibióticos».

Asimismo, detalló que esta petición ya se ha trasladado al Ministerio de Sanidad, a quien, además de estos fármacos, también se le han solicitado corticoides y demás medicación para las y unidades de cuidados intensivos.