Las asociaciones feministas sacan músculo en Valladolid en un 8-M dividido

En Valladolid, uno de los principales agentes es la Coordinadora de Mujeres. De línea marcadamente institucional, su filosofía pasa por «aunar el máximo de asociaciones posibles y acercarse a las instituciones para implicar a la sociedad» en sus objetivos; el principal de ellos, «llevar a cabo denuncias de todas las situaciones que impliquen violencia machista y sexista», de acuerdo a fuentes del colectivo.

La Coordinadora engloba a distintas asociaciones, plataformas y colectivos de la ciudad que luchan desde distintas parcelas por estas mismas causas en favor de los derechos de las mujeres. Entre ellas cabe enumerar algunos organismos que dedican sus áreas de igualdad a esta causa: es el caso de sindicatos como Comisiones Obreras o Stecyl-i, ONG como Amnistía Internacional y Movimiento contra la Intolerancia, plataformas como el Consejo Local de la Juventud y organismos políticos como Izquierda Unida, Juventudes Socialistas o Mujeres Castellanas.

Otras asociaciones integradas en la Coordinadora, que este año organiza el acto matutino del 8 de marzo bajo el nombre 'Feministas 8M Valladolid', son ADAVASYMT, especializada en víctimas de maltrato; la Asociación de Mujeres Rondilla, que apuesta por el desarrollo cultural y formativo de la mujer a través de una «postura clara y crítica contra sus discriminaciones»; el colectivo de sexólogas con perspectiva de género Dialogasex, la asociación por la transformación social Entrepueblos o el Foro Feminista, un espacio de debate sobre la igualdad de oportunidades y la opresión de las mujeres.

Valladolid también cuenta con colectivos feministas independientes. En La Molinera se reúnen varias agrupaciones para celebrar sus reuniones y actividades (la mayoría de ellas, no mixtas) como las abolicionistas Malva, las anticapitalistas Liza o la Casa Feminista, que hace hincapié en el tema de los cuidados.

De cara a los actos que tendrán lugar hoy, la otra gran organizadora es la Asamblea 8M Valladolid, agrupación autogestionada que desde 2018 ha liderado la organización de estas concentraciones, y que se encuentra apoyada por mujeres a título individual y secundariamente por sindicatos laborales y estudiantiles. Su línea transcurre al margen de las instituciones, al entender que «por su carácter patriarcal no son a quien hay que recurrir para que nos defiendan».

Pese a haber concurrido en años anteriores conjuntamente, este es el primer año que el 8-M presentará dos convocatorias distintas, una de la Asamblea y otra de la Coordinadora, al encontrar las agrupaciones suficientes discrepancias como para justificar marchas distintas. Sin embargo, ambas organizadoras aseguran a las feministas de la ciudad que «esto no es una cuestión de con unas o con otras» y confían en próximos entendimientos en el futuro al visibilizar por separado una necesidad común: sacar músculo para abogar y luchar por los derechos de las mujeres.