La banda del BMW reaparece con el asalto a un bar y una fuga de la Policía

Un robo que obligó a la Policía Nacional, en colaboración con la Municipal, a montar un dispositivo por los aledaños con la intención de dar con el vehículo, que anteriormente había abandonado la zona de forma apresurada tras saltar la alarma del local al acceder al interior. Un suceso que llevó a los agentes, tras tener constancia de que en la misma noche habían intentando robar en otro negocio hostelero de la ciudad, al barrio de Las Flores al intuir que detrás de estos hechos se encontraba Roberto R. D., alias Pirri y hermano del histórico jefe de la banda del BMW.

Minutos más tarde de esas 2:30 horas, ya en el Camino de Hornillos, los agentes presenciaron en primera persona cómo varias personas intentaban trasladar el botín del restaurante La Cepa del maletero del BMW a una furgoneta blanca Ford Transit, por lo que los presuntos sospechosos se volvieron a meter en el interior del BMW negro para abandonar la zona por la Ronda, sin que pudieran ser seguidos por la Nacional y Local.

De esta forma, los agentes se toparon en el Camino de Hornillos con la furgoneta blanca, aún con el motor caliente, para ser trasladada al depósito municipal esa misma madrugada e iniciar una investigación que se completa con una gorra hallada en la escena del intercambio

Precisamente, uno de los implicados en el robo con fuerza, según apuntan las mismas fuentes, es Pirri. Un suceso que se suma al intento que el propio Pirri, acompañado de otras tres personas, efectuaron en viviendas de la calle Muro de Valladolid en el mes de agosto. En ese momento ya se intuía una reactivación de la banda del BMW, con una reconversión que viraba en los objetivos de los asaltantes al poner en el punto de mira domicilios de particulares.

El robo de la calle Muro se frustró esa madrugada al aparecer en ese momento un inquilino del inmueble del número 10 y llamar con su móvil a la Policía Nacional. A la par, ya en el interior del portal, otro vecino, de los pisos más bajos del inmueble, empezó a escuchar el «barullo» en las escaleras y se percató de lo que sucedía. «Hasta tuve que sujetar la puerta desde el interior de mi casa por si intentaban acceder a ella. Lo oí todo, parecía que les habían avisado para que abandonaran la zona», rememora aún con el susto en el cuerpo este propietario.

Todo esto sucedió en un espacio corto de tiempo, porque sobre las 1:20 horas aparecieron los primeros coches patrulla de la Policía Nacional (también acudió la Municipal). Su rápido traslado posibilitó, después de que les describieran a las personas asaltantes, las primeras detenciones. Acotaron la zona, próxima a la plaza España, y en la calle García Valladolid detuvieron a los dos primeros sospechosos de los intentos de robo.

La tercera detención llegó más tarde, también en los aledaños del número 10 de la calle Muro, mientras que una cuarta persona huyó sin ser aún detenida. «Los agentes empezaron a registrar todos los rincones del inmueble. Miraron por todos los pisos y se subieron a los tejados al estar las azoteas de varios bloques comunicadas. Comprobaron si el fugado había tomado esa vía de escapatoria, pero no le encontraron», relataba uno de los inquilinos del número 10, que ha pasado la noche en vela después de lo ocurrido en su inmueble.

Tras las detenciones, los agentes incautaron una mochila repleta de diferentes herramientas para acceder a viviendas, así como una gorra con el logotipo de la marca BMW. Asimismo, el coche en el que esperaba uno de los detenidos para iniciar la fuga, aparcado en el bloque contiguo (número 12) fue trasladado esta mañana en grúa a dependencias policiales.

Un reguero de robos que se completa con la investigación de los hechos acontecidos a finales de enero de este año, cuando la Policía Nacional, en colaboración también con Local, investigaron un robo con fuerza ocurrido en el bar Black Velvet del paseo de Zorrilla de Valladolid. Los hechos se produjeron pasadas las 2:00 horas a la altura del número 132, cuando autor o autores desconocidos reventaron la puerta trasera de una cafetería y se llevaron dos máquinas tragaperras. En cuestión de minutos, los asaltantes huyeron del lugar en un coche robado hace escasos días en la provincia de Burgos.

Tras asaltar este bar de Valladolid, utilizaron el mismo Seat León para desplazarse hasta Zamora capital, donde intentaron robar en la cafetería del hotel Don Sancho, situado a las afueras de la ciudad, muy próximo a la autovía A-11. Las cámaras de seguridad del negocio hotelero grabaron cómo, en torno a las tres de la madrugada, cuatro encapuchados llegaron en el vehículo negro y trataron, sin éxito, acceder al interior de la cafetería.

Unos sucesos que han devuelto a la banda del BMW a la escena del crimen en Castilla y León.