«Al único que he dejado depositar algo legalmente en mi terreno es a aquel señor de allí», explicaba Herminio, propietario de una finca compuesta por cuatro naves (antiguos gallineros), a la Policía Nacional a la par que señalaba a un hombre en pleno ... Camino Palomares. «Da igual, ya no hay solución», agregaba contrariado tras ver en primera persona cómo se encontraban unos inmuebles totalmente calcinados y con trozos de techo desplomándose tras los efectos del fuego.
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«No tenía nada de gran valor, pero esta situación (la okupación de su espacio) lleva más de dos años en los Juzgados. Mi sobrino tiene precisamente la nave de al lado y cada poco se enganchan a un transformador para coger electricidad. Les solicitaba que se marcharan y me pedían, por favor, que les dejara otro mes. Y así llevamos mucho tiempo», añadía Herminio mientras recorría el perímetro de su espacio y veía desde un primer plano el trabajo de los bomberos.
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Precisamente, el Servicio de Extinción de Incendios del Ayuntamiento de Valladolid se presentó a primera hora de esta tarde en el origen del incendio para sofocar unas llamas que superaban las paredes exteriores de las naves. Y hasta tuvieron que optimizar el agua disponible y emplear el elemento líquido de un pozo ubicado en el interior. «La dotación 12 coge el agua del pozo», se apresuraba a indicar el jefe al mando del operativo a un compañero.
En el interior del complejo en llamas, el fuego empezaba a comerse todo lo que se encontraba en el interior. Una imagen que se presenciaba desde el exterior, mientras los bomberos continuaban acorralando las llamas con un perímetro que cada vez se hacía más pequeño.
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Asimismo, los inquilinos ilegales (en alquiler según afirmaron en un principio) no se perdían el trabajo incesante de bomberos y policías. «Teníamos muebles y objetos para el rastro», apuntaban asombrados dos hombres en la parte trasera de los inmuebles. «Normalmente, tenemos un caballo, pero lo sacamos por la mañana y en el inicio del fuego no estaba. Tenemos también varios vehículos. Nos dio tiempo a sacar dos, pero otros tres siguen dentro porque necesitan una reparación. Creo que no están afectados», añadía una mujer desde el exterior mientras hacía una videollamada para mostrar el avance de las llamas a un tercero.
Una larga intervención de los equipos de extinción de incendios debido a la gran cantidad de madera que se hallaba en el interior, que se inició sobre las 17:30 y finalazaba poco antes de las 23:00 horas, y en la que participaron, entre otras dotaciones, dos autobombas, una autoescala, un vehículo nodriza y una quincena de bomberos.
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