Arcadi Espada: «Los curas vascos representaban lo peor de la Iglesia»

Asimismo, el periodista y creador del movimiento Libres e Iguales incidió en que, aunque la Iglesia fue una gran aliada de la Transición española y jugó a favor de la libertad de una forma discreta y eficaz, los errores que cometió en el pasado los seguía cometiendo en la actualidad, pues «al igual que no hizo pronunciamiento alguno acerca de los atentados terroristas que llevó a cabo ETA, tampoco lo estaba haciendo sobre el nacionalismo catalán». Además, según su criterio, la institución debía «pedir perdón a los vivos por sucumbir a la barbarie del nacional catolicismo».

Este punto del coloquio ha producido cierto revuelo entre una de las personas presentes en el público, pues allí se encontraba Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid, que fue obispo del País Vasco desde 1995 hasta 2010. De hecho, cuando la jornada ha finalizado, Blázquez se ha acercado a intercambiar diferentes puntos de vista con Espada.

Luis Argüello, por su parte, ha reconocido que «el papel de la Iglesia podría haber sido mejorable», pero que en cuanto a los nacionalismos solo podía decir que «se habían convertido en sentimientos elevados a categoría jurídica». Sobre esto último también opinaba Arcadi Espada, pues decía que las emociones eran una de las principales equivocaciones del nacionalismo, pero que «todo el nacionalismo catalán, vasco y gallego se caracteriza por estar regido por católicos militantes que se santiguan».

Esta última intervención de Espada ha producido cierta irritación al obispo auxiliar que rompió el bucle sobre el nacionalismo cuando puso énfasis, de nuevo, en el papel de la Iglesia católica en la Transición, pues durante esta época la institución aceptó que el estado fuese aconfesional y que los católicos pudieran profesar cualquier ideología, ya que el «pluralismo político es uno de los valores fundamentales que construyen las bases sobre las que se asienta hoy en día la Iglesia». Asimismo, ha insistido en que la «Iglesia había pagado la pérdida de la conversión personal al catolicismo desde la familia y el entorno», ya que en la sociedad actual a la gente no se le orienta desde casa a una fe católica. A pesar de ello, ha remarcado que ellos «no patrocinan, ni imponen un modelo de sociedad».

La conferencia cambió de tono cuando, desde el público, se ha lanzado una pregunta acerca de los privilegios fiscales de la Iglesia, pero Luis Argüello ha contestado que «no tenían ningún tipo de excedencia fiscal, sino que seguían el mismo régimen que una ONG». Los engaños y creencias sobre los que se sostiene la sociedad fue otro de los temas sobre los que preguntaron los espectadores que acudieron a la mesa redonda. Ante esto, Espada respondió que en un mundo en el que «se había perdido la fe en lo sobrenatural y, por tanto en Jesucristo, a la humanidad le quedaba Apple».