Antiguos actores del Belén Viviente de Laguna lo representan con motivo del XX aniversario

El miembro de la asociación cultural La Aceña, organizadora y responsable del Belén Viviente de Laguna de Duero, Antolín Fernández, agradeció públicamente antes de comenzar la representación, a las juntas directivas que le antecedieron (la que comenzó en 1999 y se prolongó hasta 2013 y la que cogió el testigo ese año para llevarlo a buen término hasta 2017, cuando asumió el reto una nueva junta directiva) su dedicación y a cuyos presidentes entregó un obsequio.

También hubo palabras de agradecimiento para los representantes del Belén Viviente de Cabezón de Pisuerga, que se acercaron hasta Laguna para participar en este homenaje a antiguos participantes «porque junto con ellos iniciamos la Ruta de Belenes Vivientes de la Diputación Provincial de Valladolid».

Fernández anunció que la primera representación de esta Navidad se haría con los antiguos participantes del Belén. «Tenemos participantes desde el primer año y de toda la historia del Belén. Tanto los papeles principales como otros no tan principales se los hemos cedido a ellos».

Y eso que este año se inscribieron para participar en el evento más de 140 actores y actrices, tras el llamamiento de la asociación cultural La Aceña para encontrar nuevos participantes con los que hacer crecer el evento, llamamiento que superó todas las expectativas de la asociación. Junto al récord de participantes, la ambición de los miembros de La Aceña llevó también a pedir años atrás al Ayuntamiento una nueva ubicación para poder acoger a todo el público que cada año acude a la representación.

Más actores, más espacio, también debía llevar nuevos y mejores decorados. Y aunque el montaje del escenario comenzó el pasado 1 de noviembre, hace casi dos meses, «nos ha sido imposible terminarlo como hubiésemos deseado», reconoció públicamente Antolín Fernández, por lo que aprovechó para invitar de nuevo al público a nuevas representaciones, porque «aseguró que ya estaría terminado».

Una puesta en escena incompleta solo para los miembros de la asociación, cuyas ganas y ambición, les llevan a superarse cada año, porque a ojos del vecino y forasteros que se acercaron a ver una año más la representación, el Belén contaba con todos los elementos y hasta los más mínimos detalles: piezas, herramientas, animales, decorados…