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«Allí pasé los mejores años de mi vida». «En sus aulas hice grandes amigos». «Guardo los mejores recuerdos de aquella etapa». Esas fueron algunas ... de las frases más repetidas este sábado en el auditorio de la Feria de Muestras de Valladolid. Allí se celebraba un evento muy especial, el 75 aniversario de la Escuela Universitaria de Magisterio Fray Luis de León, institución educativa sin ánimo de lucro adscrita a la Universidad Católica de Ávila y dedicada a la formación de maestros.
Un numeroso público se dio cita en este emotivo evento, que arrancó con un repaso por la historia de la institución cuyo prestigio académico se basa en la excelencia, la innovación y una educación transformadora inspirada en la fe y los valores cristianos. La EUM Fray Luis de León comenzó su andadura en el año 1949, cuando se impartió el primer curso por las Hijas de Jesús, Jesuitinas, quienes rigieron la Escuela durante los primeros 25 años. En el 1974 finalmente se aprobó como centro adscrito de la Universidad de Valladolid y después en el año 2015 realizó el cambio a la Universidad Católica de Ávila.
Por sus aulas han pasado cientos de profesores que luego, a su vez han formado en otros centros educativos, a distintas generaciones de vallisoletanos. Profesores como el apreciadísimo Pedro Chico, que estaba entre el público y que contó a El Norte que por sus clases pasaron más de 3.500 alumnos durante los años que estuvo de profesor en la escuela (1974-2008). «Todos conservan un buen recuerdo de aquella época. El mío también es maravilloso. A mí me amaban por mi pizarra, que según muchos era mágica. Yo les daba clase de Literatura, Religión, Psicología… o lo que se terciara. Conservo las fichas de todos ellos», cuenta este veterano docente de 88 años. «Yo siempre seré maestro y hasta que no cumpla los 98 no pienso dejar de enseñar», añade entre risas.
También Álvaro Antón, que desde 2013 imparte clases en la EUM Fray Luis de León, vivió con emoción este aniversario. «En esta institución ha sido el origen de mi crecimiento profesional. Aquí he aprendido a querer y amar la educación. Me ha enseñado a ver a los estudiantes como los dirigentes y dueños del futuro, por eso considero toda una responsabilidad dedicarme a su formación», afirma. Su compañera Patricia Gutiérrez, que es profesora desde 2015, también lleva con orgullo pertenecer al claustro de esta escuela. «Yo llevo diez años trabajando allí, que no son nada comparado con los 75 que celebramos hoy. Entrar a trabajar en Fray Luis de León fue para mí un soplo de aire fresco. Yo estudié en la universidad pública, donde las ratios son más grandes, las aulas son enormes y el profesorado prácticamente no conoce al alumnado. Aquí, los grupos son más reducidos, la relación entre profesores y alumnos es más estrecha. Los profesores conocemos a nuestros alumnos y sabemos en qué tenemos que orientar a cada uno. Eso es algo que los estudiantes aprecian mucho», explica Patricia.
Entre los muchos asistentes había numerosos antiguos alumnos. Allí estaba Marisa Pedrero, de la promoción 1974-1977. «Me da mucha alegría venir hoy aquí. En la Escuela encontré la vocación por la enseñanza y también el amor. Allí conocí a mi marido. Aquellos fueron años de despertar en todo», indicó. Lo mismo que Begoña Mancebo, que es maestra en el CEIP Parque Alameda donde intenta transmitir a sus alumnos «todos los valores que aprendió en Fray Luis de León». Alicia Iglesias que da clase en el colegio Apostolado y que recuerda con mucho cariño su etapa de estudiante en esta escuela de magisterio entre los años 1998-2001. «Se me vienen a la cabeza muchísimas anécdotas como el bullicio en los pasillos, la hora del recreo, el bocata de tortilla en el bar de enfrente y las canciones improvisadas de los compañeros de la especialidad de música. El estilo de educación se basaba sobre todo en la cercanía con los alumnos. Era un ambiente muy familiar en el que todos nos conocíamos. En mi promoción éramos más de 200 pero el trato era muy cercano», destacaba esta antigua alumna que, justo antes del evento se encontraba expectante y con ganas de reencontrarse con sus antiguos profesores.
En el evento intervino Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, presidente de la Conferencia Episcopal Española y titular de esta escuela, quien destacó la importancia de la educación basada en valores y la contribución de la institución a la formación de maestros comprometidos con la sociedad. «En estos 75 años en los que hemos vivido cambios legislativos, administrativos, culturales, económicos y políticos, hay presencias que permanecen como es esta escuela y el compromiso de la Iglesia de Valladolid por impulsar un centro en el que se formen maestros», señaló. «El magisterio es una vocación y, por tanto, también un ministerio», añadió.
El evento continuó con un concierto a cargo del grupo de cámara Ad Libitum y las intervenciones de María del Rosario Sáez Yuguero, rectora de la Universidad Católica de Ávila, y la de Carmen Madrid De La Fuente, directora de la escuela Fray Luis de León, que resaltaron el compromiso de la institución con una formación de calidad y su evolución a lo largo de los años. También actuaron el grupo de teatro y el coro de la escuela, así como varios grupos de los actuales alumnos que hicieron una performance y terminaron con una canción.
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