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Otro año sin baño en Las Moreras: «En cuarenta años este es el que peor está la playa»«En el agua no te puedes meter y la arena quema, así que nos queda solo el césped», así define su mañana Jimena González, una vallisoletana que este miércoles ha querido pasar el día un poquito más relajada en la playa de Las Moreras. ... Cuando el mercurio supera los treinta grados, la gente busca las piscinas o la playa para darse un chapuzón, cualquier sitio es bueno cuando de refrescarse se trata. O al menos casi todos, y es que la playa de Valladolid continúa con el baño prohibido, y ya van cinco años con estas restricciones por la presencia de bacterias en sus aguas.
Una prohibición que todos saben que está ahí, pero que cada uno la entiende como quiere. Si hay quien se salta la norma, también hay quien la acata pero con resignación. Juan Padilla no termina de entender la prohibición: «En teoría hay bacterias, pero si uno mismo decide ignorar la advertencia es su responsabilidad». Darse un chapuzón, en cualquier caso, puede conllevar una multa de 750 euros.
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Ana Santiago
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Bajo su responsabilidad, así es como lo entiende José Carlos, quien grita «¡de bomba!» a uno de sus amigos, que junto a la loza de piedra contigua a la caseta de vigilancia situada al borde de la arena salta para zambullirse en las aguas del Pisuerga. «Este verano hemos venido menos porque el calor no ha apretado tanto, el año pasado vinimos casi todos los días y creo que también estaba prohibido, de momento la multa no nos ha caído», comenta mientras ríe y busca la mirada cómplice de sus amigos.
Después de decenios visitando Las Moreras cada verano, dos vecinas de la zona, con la toalla ya al hombro, consideran que este es el año en el que peores condiciones está la arena: «En cuarenta años este es el que peor está, sin arena y sin duchas. Ya no es que no te puedas bañar, al final aquí no hay nadie para impedirlo y de ti depende si te quieres mojar aunque sea los pies, el problema es que a 31 de julio la arena está sin poner y los camiones a la una de la tarde por aquí dando vueltas, a eso súmale que las duchas no funcionan o las tienen cortadas. Un desastre todo».
«El verde refresca, aunque la arena quema». Jimena González, quien se había acercado hasta la playa para jugar un vóley, finalmente se ha tenido que 'conformar' con «tostarse» al sol mañanero que a partir de las doce del mediodía ya comenzaba a picar. «Entre vacaciones, viajes con unos amigos u otros casi se nos acaba el verano y no nos habíamos juntado todo el grupo completo, así que por fin hemos venido a echar el día tranquilamente». La prohibición de baño la recibe con total parsimonia, «sabíamos que estaba prohibido, o al menos así lleva muchos años, pero vaya, se pueda o no nosotras no teníamos ninguna intención de meternos, no nos terminamos de fiar de ese agua».
Álvaro Ríos
Leer un libro mientras el cuerpo coge color. Otro de los pasatiempos habituales en la arena de Las Moreras. Álvaro Ríos, enfermero de profesión, aprovecha el turno libre de la mañana para acercarse hasta la playa en busca de esos rayos de sol que le proporcionen un tono más moreno. «Yo solo vengo por tumbarme, el agua no me interesa, cuando vengo con mis amigos es igual, para tomar el sol, es mi primer año en Valladolid, no sé cómo ha sido otras veces, pero sí que he escuchado a bastante gente quejarse de las restricciones de baño».
Una playa famosa entre los vallisoletanos que parece traspasar fronteras. Sara García, del País Vasco, ha venido a Valladolid por unas gestiones junto a su marido. «Como hemos terminado con tiempo nos hemos acercado hasta aquí a hacer un pícnic, lo hemos visto en Google Maps y hemos pensado que podía ser un lugar agradable». Respecto al río han mostrado una pequeña decepción al enterarse de su prohibición de baño, «es una lástima que no puedas meterte, algo deberían hacer para permitirlo porque sería un lugar fantástico y natural en medio de la ciudad».
La playa actualmente se encuentra 'cerrada' -sin vigilancia constante para evitar el baño- pero sí con la posibilidad de una multa de hasta 750 euros para aquel que decida saltarse las restricciones.
Hace un mes, el 30 de junio, el Ministerio de Sanidad publicó los resultados del segundo -y último- análisis de las aguas del Pisuerga a su paso por Valladolid. Un informe esperado -se publicó con cierto retraso- y deseado por aquellos asiduos a bañarse cada verano en la playa vallisoletana. El análisis microbiológico volvió a establecer la prohibición de baño. Más de treinta días después, el baño sigue prohibido.
Y, de momento, así parece que va a seguir, o al menos eso se extrae de la falta de noticias, o lo que es lo mismo, de la publicación de un nuevo informe que esclarezca la calidad del agua. La entrada a la playa, de momento, mantiene un cartel vacío de contenido que muestre el 'apto' o 'no apto' a la entrada de la playa, junto al chiringuito, aunque sí figura informado en pequeños letreros repartidos por toda la playa con un mensaje que declara 'la prohibición permanente de baño.
Una vez llegados a este punto, lo previsto era realizar cada quincena un nuevo muestreo del agua para determinar la presencia o no de bacterias. Sus resultados, los nuevos, aún no se han publicado y por tanto el baño continúa prohibido.
La playa de Las Moreras suma así su quinto año como no apta para el baño, aunque desde el Ayuntamiento se solicitó un cambio en el punto de muestreo -que se realizaba junto al embarcadero del barco La Leyenda del Pisuerga- algo que desembocó en un conflicto con el equipo municipal anterior, ya que consideraba que se trataba de «un trampeo y una ventaja» para favorecer unos resultados positivos.
El levantamiento de las restricciones que no parece muy sencillo, o al menos así lo explicó la directora general de Salud Pública de Castilla y León, quien aclaró que para levantar el veto es necesario varios muestreos de calidad. Cabe destacar la inestabilidad del río, en el que de un día para otro cambian los valores de forma muy significativa. Unos datos y unos precedentes que llaman a la desconfianza para ver el cartel de 'apto' en la playa.
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