Miguel Ángel G. N., que a sus 48 años suma la friolera de 67 antecedentes policiales, alcanzó esta cifra el pasado sábado en un bar de su barrio, Arturo Eyries, donde la camarera le echó después de que estuviera «molestando al resto de clientes». Este ... sospechoso más que habitual, que en el último mes ha sumado siete detenciones, en su mayoría por intentos de robo, sacó a relucir entonces una navaja de 8,5 centímetros de hoja con la que «causó daños en el mobiliario de la terraza». Pero no se detuvo ahí y llegó a amenazar de muerte a la trabajadora del local, a la que espetó que iba a volver para «rajarla», cuando ya se encontraba allí una patrulla de la Policía Nacional. Los propios agentes fueron recibidos con un lanzamiento de «objetos» y las mismas amenazas de muerte –«os voy a rajar y a estallar los ojos cuando os vea sin uniforme»– antes de ser detenido por tres delitos de amenazas graves, daños y atentado a la autoridad. El sospechoso fue puesto en libertad con cargos al día siguiente.
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