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La sociedad Alta Velocidad dio este martes el primer paso (cortito aún, pero parece que decisivo) para decidir cómo afrontar la construcción de la futura estación de autobuses, una terminal que sustituirá a la de Puente Colgante y que estará incrustada en el ... cogollo de la operación ferroviaria, muy cerca de la actual estación de trenes y en los terrenos que queden liberados una vez que el traslado de los talleres de Renfe sea una realidad. Técnicos de las administraciones implicadas (Ministerio de Fomento, Ayuntamiento y Junta, que es la parte más importante en esta actuación concreta)acordaron la elaboración de un informe de tráfico y movilidad que determine cuál será la mejor ubicación para esta futura estación de autobuses.
Los primeros planos de la integración ferroviaria, vinculados aún a propuestas del antiguo plan Rogers, situaban esta terminal en la zona de EstaciónGourmet (no existía cuando se redactó el proyecto), con accesos desde la calle Recondo y en una construcción soterrada. Esta propuesta no ha sido desechada, pero se quiere contrastar con otras posibles soluciones para determinar cuál es la que generaría menores problemas de tráfico en la ciudad y la que garantizaría los mejores accesos para los autobuses, así como las conexiones más eficaces con los accesos a la capital y la llegada hasta las rondas.
Por eso, está sobre la mesa la posibilidad de construir la nueva estación de autobuses al otro lado de las vías, en la zona orientada hacia Farnesio, en unos suelos que quedarán libres una vez completado el traslado de los talleres de Renfe y donde está prevista la apertura de nuevos viales y la urbanización de parcelas en las que construir viviendas. Esta ubicación con vistas a Delicias ofrecería, en principio, mejores posibilidades de conexión hacia Arco de Ladrillo y también con las carreteras de Segovia o de Soria, sin necesidad de sobrecargar unas vías más saturadas, como Recondo o la calle Estación (esta última de un solo carril).
La decisión sobre el lugar en el que se construirá la futura estación de autobuses es relevante por cuanto genera un impresionante movimiento de vehículos y viajeros a lo largo del año. De acuerdo con los últimos datos de la consejería de Fomento, las actuales instalaciones de Puente Colgante asumen a diario la entrada y salida de 500 autobuses, que realizan 185.000 expediciones a lo largo del año y que generan un movimiento de pasajeros cercano a los cinco millones anuales. Aestas cifras habría que sumar las de vehículos privados que se acercan a la estación para coger o dejar a viajeros. Por eso la importancia de hallar una ubicación que propicie flujos de tráfico cómodos para los viajeros, pero también para los responsables de los servicios de autobús.
La propia federación que agrupa a los empresarios del transporte de viajeros por carretera solicitó a la Junta –responsable de la actual estación– que la nueva terminal tenga buena ubicación, adecuadas conexiones con los sistemas generales y facilidad de comunicación con las rondas de acceso a Valladolid.
La otra cuestión vital para elegir la mejor ubicación (unida a las conexiones viarias) es la «intermodalidad»: que la estación de trenes y la de autobuses estén lo suficientemente cerca para permitir «la realización fácil y eficaz de intercambios entre ambos modos de transporte», como reza el convenio.
La elección del lugar en el que se construya (bien en el lado de las vías del centro, bien en el que mira a Delicias) no tendrá grandes consecuencias, por tanto, para el viajero, puesto que la operación ferroviaria garantizará la permeabilidad a ambos lados de la vía férrea, así como las conexiones entre las estaciones y los accesos para vehículos y pasajeros desde ambos bordes de la capital.
Los socios de Alta Velocidad no se mostraron ayer más favorables a una u otra solución y acordaron elaborar esos informes de tráfico que arrojen luz sobre la mejor ubicación, antes de tomar una decisión «que se asumirá de acuerdo a criterios técnicos». Tampoco está claro si la estación sería soterrada (como preveía Rogers) o bien en superficie.
De acuerdo con el último convenio firmado por las partes que integran Alta Velocidad, la nueva estación de autobuses deberá tener un «coste mínimo estimado de 28,6 millones de euros», con cargo a las cuentas de la sociedad. Sin embargo, en el mismo texto se recoge que «en el caso de que, por decisión de la sociedad, se acometiese la construcción de una estación de autobuses con un coste superior a esa cantidad y hasta 4,5 millones de euros (33,10 millones de euros en total), la diferencia de coste será aportada por la Junta de Castilla y León».
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