Alfombra floral para la patrona de Valladolid

La hormigonera de José Antonio González Gerbolés lleva días trabajando a destajo para teñir 300 kilos de marmolina en siete colores diferentes. Un material que el artista y alcalde de Castrodeza ha empleado para elaborar una alfombra floral dedicada a la Virgen de San Lorenzo.

Este año, como novedad y por seguridad, este gran mosaico artístico luce ya en el interior de la Catedral, frente al altar mayor. Con ésta, son ya 16 las creaciones que González Gerbolés ha dedicado a la patrona de la ciudad en su gran día, siempre de forma desinteresada.

«Cada 8 de septiembre sale entre el cariño y las miradas devotas de muchos vallisoletanos y visitantes. En esta ocasión, no podremos disfrutar de la procesión, pero no podía permitir que Nuestra Señora de San Lorenzo se quedara sin su alfombra. Precisamente, es ahora cuando más lo necesita», dice el artista, que en el año 2016 fue nombrado Caballero de Honor de la corte real de la virgen.

Durante toda la tarde de de este lunes, el artista y su equipo de voluntarios trabajaron para que todo estuviera listo para la misa de este martes, a las 12:00 horas, en la que sólo está permitida la entrada a 25 fieles, según la orden de la Consejería de Sanidad por la que se adoptan medidas sanitarias preventivas para la contención de la covid en la ciudad.

No obstante, la alfombra permanecerá expuesta durante toda la semana para que la pueda disfrutar un mayor número de vallisoletanos. «Va a quedar preciosa», anticipaba González Gerbolés antes de empezar el montaje. «Normalmente trabajo durante meses en el diseño de la alfombra, pero este año, me ha tocado improvisar, porque no he sabido hasta el último momento que podía llevarla a cabo, ni el espacio que tendría disponible», añade.

El tapiz ornamental ocupa 20 metros cuadrados y está presidido por un gran medallón con un diámetro de dos metros en el que aparece representada la virgen de San Lorenzo. También destaca un gran escudo de la ciudad con la dedicatoria «Valladolid en honor a su patrona», el anagrama mariano y una bandera española.

Como colores predominantes, el autor ha elegido el azul, el blanco y el color plata. «Como novedad, he incluido viruta de aluminio, que le da un toque muy especial y brillante», explica satisfecho. «No tendremos fiestas, pero la virgen no podía pasar desapercibida en su día grande. Ésta es una bonita manera de rendirle honores de manera segura», añade.

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