Alertan de la llegada a Valladolid de una secta con origen en Latinoamérica

La reciente llegada de esta iglesia a Valladolid y Segovia -han celebrado actos de presentación hace apenas dos semanas- ha llamado especialmente la atención del teólogo y ex sacerdote zamorano. La Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional (IDMJI) no es ajena ni desconocida en la región, pues ya contaba con sede propia en León y tiene presencia además en Ávila y Soria.

La IDMJI se estrenó en Valladolid el pasado 9 de octubre, cuando tuvo lugar la presentación que congregó a 140 fieles, 32 de ellos «de primera vez», tal y como señalan desde la propia iglesia.

Santamaría ha investigado sobre esta religión «de orientación pentecostal» que su líder, María Luisa Piraquive (73 años), fundó en 1972 junto a su esposo, Luis Eduardo Moreno. Fue ella quien asumió el liderazgo mundial de esta religión en 1996 al fallecer su marido y, tal y como explica Santamaría, «las revelaciones recibidas por la familia Piraquive y algunos allegados a esta doctrina ocupan el lugar central de la actividad y evolución de este grupo», explica Santamaría.

«El cuerpo doctrinal coincide con la confesión de fe de la iglesia evangélica, pero el proselitismo, ese control a sus adeptos, va más allá del tradicional funcionamiento de la rama evangélica, del culto meramente pentecostal», añade.

Esta religión está estrechamente ligada a la política en Colombia. «De hecho, uno de los aspectos que más críticas ha suscitado es la creación de su propio partido, el Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA)».

La IMDJI asegura contar con más de 51 comunidades repartidas por la geografía española, aunque ha sido imposible por parte de El Norte recibir respuesta por parte de este grupo religioso que se ubica en Orense, Baleares, Zaragoza, Valencia, Barcelona, Pamplona, Las Palmas o Málaga entre otras ciudades donde practican su fe.

Y van a más con la unión de Valladolid y Segovia como nuevos enclaves de encuentro. Al investigador zamorano le «sorprende« el »tirón» y la llegada a estas dos ciudades de la IMDJI. «Este tipo de reuniones o presentaciones se ha difundido en los últimos años en rincones de España donde no hay tanta presencia de inmigración, que es el principal nicho de población al que van dirigidas. En este caso a personas de origen latinoamericano que sienten esa necesidad de encontrarse con gente de su mismo origen o situación», explica Santamaría.

Sus líderes se consideran elegidos de Dios para llevar a cabo una misión especial que les ha sido revelada por Jesucristo para apartar las almas buenas, destinadas al cielo, de las malas, que irían al infierno. Así describe en su biografía la propia María Luisa Piraquive la misión que le había sido encomendada a la edad de 7 años.

La IMDJI interpreta la Biblia y cuenta con 942 iglesias repartidas en 45 países y cuenta con una amplia presencia en redes sociales, con 670.000 seguidores en Youtube y más de 181.000 en Facebook, a los que habría que sumar los 'adeptos online' que siguen a la lideresa, 246.000 en Youtube y algo más de 146.000 en Facebook.

Según explica Santamaría, «el problema de este tipo de grupos religiosos llega cuando sus líderes se creen salvadores únicos y suelen pedir un diezmo (el 10% de los bienes y posesiones) a los fieles. Se trata de una práctica común en iglesias evangélicas». Y apuntala: «La cuestión es determinar cuándo ese diezmo deja de ser voluntario y es impuesto bajo la amenaza de ser excluido del grupo y condenado entonces a la perdición», puntualiza.

En Colombia, país natal de la familia Piraquive, la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional no está exenta de situaciones polémicas. Algunos de los artículos analizados fruto de las investigaciones realizadas por Santamaría en los últimos años muestran «el lado más controvertido» de la IDMJI, grupo investigado por supuesto blanqueo de capitales o presunto trato discriminatorio hacia personas con algún tipo de discapacidad. «Aquí en España no hay constancia de ninguno de estos hechos, aunque esta iglesia ha centrado el foco de los medios en Colombia por denuncias de fieles que decidieron salir de este grupo», señala Santamaría, quien finaliza diciendo, «hay que tener los ojos bien abiertos ante este tipo de grupos que se extienden y cuyos líderes prometen ser maestros espirituales».