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«El trabajo no debe poner en riesgo la vida de los trabajadores», advirtió ayer el secretario de Salud Laboral de Comisiones Obreras, Fernando Fraile, antes de considerar que la muerte del operario de Cortes Metalúrgicos Oviedo, registrada el jueves por la noche en la planta del polígono de San Cristóbal, fue una «tragedia totalmente evitable». Con él son diez ya los fallecidos en accidentes laborales en el conjunto de la comunidad en lo que va de año, dos de ellos en Valladolid –el anterior estuvo vinculado a lesiones no traumáticas relacionadas con el trabajo y el estrés, según aclara CC OO–.
El sindicato advierte de que los fallecimientos en el puesto de trabajo son solo la punta del iceberg de una «realidad que pone de manifiesto una cruda realidad laboral que favorece las cadenas de subcontratación, la precariedad y la permisividad administrativa». Comisiones, en este sentido, pone de relieve que en lo que va de año se han incrementado los heridos en accidentes laborales en el 10,42% en la provincia vallisoletana, que acumula durante el primer trimestre del año 888 lesionados –en el mismo periodo de 2021 fueron 806 los heridos y no hubo víctimas mortales–, 883 de ellos leves y cinco graves, al margen de los dos fallecidos.
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Los sectores de servicios y de la industria acumulan el grueso de los siniestros laborales, con 691 lesionados, cuatro de ellos graves; seguidos del de la construcción (133) y el agrario (59). El último fallecido en Valladolid fue el operario de 38 años Boris Alberto Polanco, que el jueves murió aplastado bajo una plancha de aluminio de dos mil kilos.
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