Castilla y León

El 32% de los alérgicos sufre la presencia de bichos y mascotas en su hogar

Un estudio del Servicio de Alergología del Río Hortega de Valladolid revela, en base a la revisión de las historias clínicas de 2022, que el 31,8% de sus pacientes lo son por hipersensibilidad a estos bichos. Supone que más de cien mil vallisoletanos pueden sufrir hipersensibilidad a lo que se ha dado en llamar alergias al polvo, aunque en realidad es a las partículas de todo este micromundo del interior de las viviendas; así como a los perros y gatos e insectos y arácnidos o humo de tabaco y del cannabis y opioides. «Las fuentes de alérgenos que nos podemos encontrar en el interior de nuestros domicilios son muy numerosas. Además, hay que tener en cuenta que el polen, aunque es un alérgeno de exterior también está en nuestros domicilios, pues se deposita en muebles y en la ropa que tendemos y pasamos al interior. Los alimentos son también una fuente muy importante que pueden sensibilizar por vía digestiva, cutánea y por inhalación cuando los cocinamos. Igualmente lo provocan los medicamentos que tenemos en casa y manipulamos», explica la doctora Alicia Armentia, jefa del Servicio de Alergología.

«Excluyendo estas fuentes alergénicas –polen, alimentos y fármacos– hemos hecho en el Río Hortega un estudio durante un año de los alérgenos más importantes en nuestros hogares basándonos en las historias clínicas recopiladas en el año 2022 y en su diagnóstico definitivo tras pruebas cutáneas y serológicas», explica. Así, el hospital ha detectado ese 31,8% «de nuestros pacientes que sufrieron clínica por alérgenos de interior. Los síntomas que han provocado han sido rinoconjuntivitis, asma, urticaria y otras dermatitis, andioedema y anafilaxias».

Las crisis y daños causados por estos agentes pueden «ser tan graves como los del polen o alimentos», señala esta especialista. De algunos, indica, «hay vacuna pero de otros no se han desarrollado. No porque no haya conocimiento científico para ello sino porque la prevalencia es muy baja y no se han realizado».

Con diferencia, el conocido e indeseable ácaro es el rey de estos problemas. Acapara el 5,14% de ese casi 32% de pacientes con alergia de interior y ocasiona rinoconjuntivitis y asma. «La alergia a los ácaros es la mayor causa de síntomas respiratorios después del polen. Las especies predominantes son Dermatophagoides pteronyssinus (3,4%) y Dermatophagoides farinae (1,7%), con mucha alergenicidad cruzada entre sí y, en menor medida, Acarus siro (0,04%). Los alérgenos que primero se identificaron eran enzimas digestivos que los ácaros utilizan para digerir los hongos de los que se alimentan.

Le sigue la alergia a los hongos que afectan al 2,7% de estos pacientes. Provocan asma y rinitis muy grave. «En nuestro entorno el más sensibilizante es la alternaria, que esporula sobre todo en verano, al romperse los tallos de las gramíneas silvestres y cultivadas donde vive. Se encuentra en nuestras casas en paredes húmedas, baños, suelo de plantas de interior y jardines». En cuanto al aspergillus, «puede causar aspergilosis broncopulmonar alérgica, que es una enfermedad pulmonar muy grave. El cladosporium aumenta antes de las borrascas, y el penicillium y cándida se puede encontrar en alimentos contaminados y en la nevera», explica la doctora Armentia.

Tras estos dos alérgenos importantes y difíciles de descartar en un hogar, los más frecuente son los gatos y perros que suponen, por igual, cada uno el 2,5% de los casos. El felino provoca sobre todo asma y dermatitis y el can rinoconjuntivitis y asma también. Frente a ambas hipersensibilidades hay vacunas. Con menores tasas están otras mascotas como la cobaya o el conejo, ambos provocan asma y el segundo también dermatitis.

Otros 'enemigos' dentro de la casa son las enzimas detergentes (usadas porque degradan las manchas compuestas principalmente por proteínas, como sangre o huevo, afecta de forma escasa (0.02%) y ocasionan dermatitis o los isocianatos de adhesivos, pinturas, tejidos recubiertos, pesticidas, espuma aislante y barnices.