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La herida abierta en Ciudadanos Valladolid supura sin acabar de cicatrizar. Seis de los nueve alcaldes de Cs en la provincia, «preocupados por el rumbo que está tomando el partido», creen saber dónde está el origen de un problema al que no encuentran solución: en ... la Diputación. Dicen que las dos diputadas provinciales, Gema Gómez y Nuria Duque –en el punto de mira incluso antes de lograr escaño en la institución provincial por el proceso de recogida de avales para la confección de las listas–, «no les representan». Se sienten «abandonados». No les «hacen caso». Prueba de ello, explicaron, es que este viernes, por primera vez desde que tomaron posesión de sus cargos el pasado mes de junio les convocaron para una reunión en la que, a priori, la finalidad era coser rencillas y atender a las demandas de los regidores.
El encuentro, que se prolongó durante cerca de tres horas, se celebró en una sala de la planta baja del Palacio de Pimentel. Fue «muy tenso». La presión era «brutal». Los «gritos y voces», aseguraron fuentes consultadas por este periódico, fueron la tónica dominante durante toda la reunión. A ella asistieron, además de Gómez y Duque, los alcaldes de Manzanillo, Valdestillas, Esguevillas de Esgueva, San Vicente del Palacio y Valbuena de Duero. Los otros tres regidores, de Santovenia de Pisuerga, Valverde de Campos y Villaverde de Medina no pudieron asistir, aunque les informaron sobre su punto de vista.
Sabían lo que querían transmitirles porque ya lo habían acordado con anterioridad. La intención era presentarles un escrito solicitando su dimisión por su «nefasta gestión», pero la intervención de las direcciones nacional y regional paralizó el proceso. Truncó sus planes, pero no evitó que les comunicaran su malestar y les instaran «de palabra» a que renunciaran a sus cargos (Gema Gómez es vicepresidenta segunda de la Diputación y Nuria Duque, responsable del área de Cultura, Turismo, Empleo y Desarrollo). La respuesta, tal y como confirmaron asistentes al encuentro, «ni tan siquiera existió». «No nos dejaron acabar; cuando les dijimos que queríamos pedir su dimisión por escrito se dispersaron; una se fue para un sitio, otra salió de la sala...». La próxima semana volverán a intentar registrar el escrito de petición de dimisión y previsiblemente lo harán en una reunión que las dirigentes mantendrán con los concejales de la formación en los municipios. «No vamos a parar;se están cargando el partido y queremos que se den cuenta de una vez que si no se van ellas, terminaremos yéndonos los de los pueblos», subrayaron.
En el escrito, al que ha tenido acceso El Norte de Castilla, los alcaldes critican la «nula» relación existente entre ambas partes, que deriva en una «desatención» hacia los cargos públicos. «Hemos tenido que vivir momentos muy desagradables, agresiones a alcaldes de nuestra formación (en referencia a una denuncia que interpuso el regidor de Valbuena de Duero por una supuesta agresión por parte del candidato de Vox en Peñafiel), que han recibido visitas y llamadas de apoyo de compañeros concejales de todos los partidos, pero nada han sabido de las representantes de Ciudadanos», reza el documento.
Asimismo, les reprochan el «desconocimiento total» de sus competencias. Prueba de ello, recogen en el documento, es que hasta la fecha, las propuestas que han planteado en el pleno de la Diputación «se han limitado a una 'Declaración institucional contra la corrupción', 'Instar al Gobierno de España a no realizar concesiones a nacionalistas' o 'Pedir que EH Bildu se retracte', así como a leer cuatro intervenciones que redactan los asesores externos».
También consideran que tendrían que haber contado con ellos para la elaboración de los presupuestos del 2020 y critican que no les hayan «consultado ni se hayan preocupado de pedir propuestas, como es habitual en el grupo». Una «muestra de su innegable desconocimiento», incorporan en el comunicado, es su «posicionamiento» con respecto a los presupuestos participativos (el presidente decidió paralizarles para hacer cumplir el acuerdo adoptado por los grupos de repensar la fórmula).
Estos regidores este viernes escenificaron su ruptura con las diputadas provinciales. De hecho, ya no mantendrán ningún tipo de contacto ni relación con ellas. Han solicitado «amparo» y una «reunión urgente» al presidente de la Diputación, Conrado Íscar, del Partido Popular y socio de Gómez y Duque en el equipo de Gobierno.
Tal y como indicaron, a partir de ahora será a él a quien transmitirán todas sus peticiones. De esta forma, «el contacto con la institución será directo y al margen del grupo provincial de Cs hasta que su dimisión se haga efectiva», añaden en el escrito . No quieren saber «nada» de las 'ciudadanas'. «Creemos que están tomando decisiones perjudiciales para las localidades, no solo en las que gobierna Ciudadanos, sino en todas; es incongruente lo que hacen, no estamos para nada de acuerdo», argumentaron.
Gómez y Duque, por su parte, rechazaron hacer una valoración al respecto porque, según justificó su responsable de prensa, «es una reunión interna y no se ha convocado a la prensa». Además, el partido negó una posible crisis interna, así como que los regidores pidieran a las diputadas que dieran un paso a un lado.
Los alcaldes críticos temen que la inacción por parte de las diputadas provinciales desencadene una sucesión de bajas y dimisiones en el seno del partido. De hecho, desde las pasadas elecciones generales, el sector «crítico», como se autodenominan, estima que en torno al 20% de los afiliados se fueron del partido. No obstante, creen que la renuncia de Albert Rivera y la posibilidad de que Inés Arrimadas tome las riendas del proyecto logró frenar la «sangría».
Hace «unas semanas», tres de los nueve alcaldes de Cs en Valladolid se dieron de baja del partido precisamente por la «actitud» de las representantes provinciales. Gobiernan bajo las siglas de la formación naranja y tienen la intención de hacerlo durante todo el mandato, aunque no descartan «nada». «Tendremos que esperar a ver cómo evoluciona todo, pero nuestra intención es seguir gobernando con Ciudadanos; que estemos disgustados con dos personas no quiere decir que lo estemos con el partido, y confiamos en que antes o después esta situación se solucione», aseveraron. Quieren hablar. Contar su realidad, pero tienen «miedo» a posibles represalias por parte tanto de la dirección regional como nacional. Por ello, explican, prefieren «no dar nombres».
La guerra entre sectores de Ciudadanos en la provincia estalló días después de las elecciones municipales. Entonces, denunciaron el «chanchullo que están montando» en el partido en la confección de la lista con los dos nombres que ocuparían los escaños en la institución provincial. Según revelaron, Gómez, bajo el amparo del secretario regional de Organización, Miguel Ángel González, recogió avales «antes del tiempo permitido». Por ello, plantearon una lista alternativa que, aunque logró los apoyos suficientes, retiró su candidatura minutos antes de la votación por «miedo a una posible expulsión del partido», según explicaron miembros de Cs.
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