Pilar del Olmo habla con el alcalde antes de comenzar el pleno. Alberto Mingueza

Puente defiende que los cambios han reducido el 30% el tráfico en el centro y el bus ha ganado agilidad

La oposición acusa al gobierno local de colapsar el corazón de la ciudad con medidas que perjudican a vecinos y negocios

J. Asua

Valladolid

Jueves, 17 de septiembre 2020, 13:08

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En el PSOE cogió el volante el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y el equipo de gobierno llenó el depósito de datos. De sus datos. Objetivo: sortear el atasco político generado por la polémica a raíz de los controvertidos cambios circulatorios aplicados en el centro ... de la ciudad. Así se enfrentó hoy el ejecutivo local al pleno extraordinario solicitado por el PP para analizar las modificaciones implantadas en la movilidad desde el pasado mes de junio, unas decisiones que para los populares han convertido el corazón de la capital «en una ratonera» en la que el tejido comercial y económico se asfixia.

PSOE y Toma la Palabra tumbaron la propuesta de la oposición para dar marcha atrás en esta dinámica. La «valentía y el coraje» que le faltaron a los gobiernos del PP para ponerlas en marcha, subrayó el regidor, es la actitud que él defendió para cambiar tendencias con dos objetivos: reequilibrar los diferentes modos de desplazamiento en la urbe y proteger de la contaminación de los vehículos a motor a los vecinos. «No estamos inventando nada nuevo, son políticas que se aplican en toda Europa», recalcaba el socialista, al tiempo que remachaba que estas ya se contemplaban en documentos y Planes Generales que se aprobaron en la era León de la Riva con amplio consenso. «¿Eso es improvisación?», se preguntó.

Fue María Sánchez, portavoz de Toma la Palabra, la encargada de aportar las cifras más novedosas, sacadas de las estadísticas de Auvasa. Ahí van. El tráfico en el centro de la ciudad ha descendido un 30% y se ha desplazado a vías exteriores, que era lo que se buscaba. Cada vez caen más los automóviles de paso, concretamente hay 21.000 coches menos cada día por las calles de casco histórico, aseguró. Segundo beneficio, los autobuses urbanos han logrado el 97% de regularidad y han incrementado su velocidad comercial el 15% con la puesta en marcha de los canales exclusivos para el transporte público, añadía.

Este balance contrasta radicalmente con la visión del PP, que en las últimas semanas ha acelerado a tope con este tema y que hoy chocó frontalmente con los que dirigen el Consistorio. «Han provocado que Valladolid pase de ser una ciudad tranquila a una ciudad que se atasca, han sembrado el caos circulatorio; ni entrenándose lo habrían hecho peor», zanjaba la portavoz del principal partido de la oposición, Pilar del Olmo.

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Ella también sacó sus números. Más bien sus tiempos. En Isabel la Católica, que antes se tardaba en atravesar tres minutos, ahora son necesarios diez; en López Gómez los atascos generan retenciones de hasta diez minutos; la Bajada de la Libertad y Miguel Íscar se han convertido en dos complicados «embudos» para los conductores, enumeró la edil. «Y ustedes haciéndose los longuis», les reprochó. «Si algo no da resultado, cámbienlo; ¿o esperamos a que dentro de un año sigan los atascos o que hayan desaparecido, porque la gente ya no viene al centro?», se preguntó.

1,3 personas por coche

De «mentiras y chascarrillos» calificaba el alcalde las afirmaciones expresadas estos días atrás sobre el tráfico. Tiraba también de porcentajes para avalar su posición. «El 70% de los viajes que se hacen dentro de la trama urbana se realizan por otros medios diferentes al vehículo privado, cuya ocupación media en Valladolid es de 1,3 personas por coche; cuando vemos una cola de 25 vehículos ocupando el carril único de Isabel la Católica sentido sur, pensemos que en realidad lo que estamos viendo son 32 personas, la mitad de las que caben en un solo autobús», puso como ejemplo. «Las formaciones progresistas creemos que existe un derecho a la movilidad que contempla por igual a toda la ciudadanía; las conservadoras creen que es un derecho a la movilidad con una coletilla: en vehículo privado», remachó.

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Alineado en argumentos similares a los del PP, aunque con matices, el portavoz de Ciudadanos, Martín Fernández Antolín, lamentó que el equipo de gobierno «practique el monólogo y no el diálogo» en decisiones tan trascendentes. La formación naranja también percibe que las modificaciones «han generado muchos problemas donde antes no los había». Puente y los suyos, opinó, «han cogido el anciano plan de movilidad del PP y el que están elaborando ellos mismos, lo han sazonado con sus programas políticos» y han creado «confrontación, malestar y caos». El edil de la formación naranja reclamó un debate más reflexivo, apoyado en datos y abierto a la participación.

Javier García Bartolomé, portavoz de Vox, reiteró que el problema de los atascos es «innegable», al tiempo que acusó al gobierno municipal de actuar con «nocturnidad y alevosía, asfixiando con ello la actividad económica» de los negocios. Una vez más, defendió que el soterramiento sería una gran solución para la movilidad, ya que permitiría crear una gran avenida que conectaría centro y sur de la ciudad.

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Pide el ejecutivo local paciencia para que nos vayamos acostumbrando a un modelo sostenible que viene impuesto por la normativa europea. «La mirada larga exige abordar el debate en un horizonte de transformación cuyos verdaderos efectos positivos se notarán dentro de una década o más; es política para las próximas generaciones y no para las próximas elecciones», resumía María Sánchez.

La CVE, en contra; los vecinos de la Antonio Machado y Ecologistas, a favor

Dos a uno en las intervenciones previas al debate. Ganó la postura del gobierno local. Tanto Antonio Presa, de la Federación de Vecinos Antonio Machado, como Fernando Polanco, de Ecologistas en Acción, avalaron las medidas adoptadas para dar prioridad al autobús y la bicicleta, con el objetivo de pacificar el tráfico y combatir la contaminación. El representante de la CVE, Enrique Rodríguez Alonso, por contra, fue contundente: «Estamos sufriendo atascos nunca antes vistos y se están generando muchas dificultades para acceder al centro, eso se traduce en más costes y más tiempo para profesionales y empresas», lamentó, al tiempo que pidió un plan de consenso. El Ayuntamiento mantendrá lo hecho. Solo corregirá el tramo del canal para bicis de Isabel la Católica, entre Poniente y el puente del Milenio, para que los coches recuperen los dos carriles en ese recorrido.

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