Los agricultores protestan por las sanciones: «Vamos a tener que pedir también la Amnistía»

«Nos están llenando nuestras casas de multas. Quieren que a base de tocarnos el bolso nos quedemos en casa. No lo van a conseguir», proseguía la representante, que explicaba que, además de las multas y sanciones -en Valladolid solo las expedidas por la Subdelegación del Gobierno ascienden a 173 por los cortes de las autovías- se están recibiendo citaciones judiciales por algunas protestas en Villadangos del Páramo (León) y en Adanero (Ávila). También en Paradores de Castrogonzalo (Zamora), donde aseguran, está habiendo imputaciones por lo Penal: «Gente que ni siquiera entró en la autovía les ha tocado ir a declarar. Es muy grave, vamos a tener que pedir también la amnistía».

Las reivindicaciones del campo, que «siguen siendo las mismas» ya que no les están «haciendo caso», también han estado presentes. Las plataformas, que han repartido billetes falsos con las caras de los representantes agrarios de UPA y Unión de Uniones, han mostrado su rechazo a las medidas firmadas por estas asociaciones con el Gobierno, al considerar que los «han vendido», pactando unas medidas que tachan de insuficientes y vuelven a exigir un plan estructural para la agricultura que asegure la rentabilidad del sector a largo plazo y el relevo generacional.

«Es una propuesta que ha hecho el Ministerio de Agricultura pero no están aprobadas cuando ya la campaña de siembra está muy avanzada y la PAC mucha gente ya la tiene planificada», explica Tejero, que pide «un cambio estructural» de «todas las medidas que nos están asfixiando», entre ellas las importaciones. Además, han iniciado una recogida de firmas en defensa del sector primario y de los compañeros sancionados: «Hoy son ellos pero mañana podemos ser nosotros». También han repartido folletos informativos entre los asistentes para pedir ayuda a los consumidores, indicando cómo identificar correctamente el etiquetado de los productos e invitándolos a elegir «productos nacionales o comunitarios».

La protesta se ha replicado en otras ciudades como León o Zamora y estaba prevista que también se llevará a cabo en otras provincias, donde finalmente, según cuentan, sólo se ha registrado el documento en la Subdelegación correspondiente. «La gente tiene miedo», cuenta Pablo Calleja, uno de los portavoces de Por la Unión del Campo, que asegura que las sanciones han infundado temor a otras posibles represalias.

La concentración ha finalizado entre gritos de «Marlaska dimisión» tras la lectura de dos manifiestos, uno de ellos reiterando las quejas en contra de los procesos abiertos «de forma arbitraria» contra algunas personas por «manifestaciones pacíficas» y otro en defensa del «patrimonio agrícola y ganadero» y del mundo rural, pidiendo nuevamente medidas para el campo, entre ellas, limitar las importaciones y reforzar los controles aduaneros, un plan hidrológico o el correcto etiquetado de los productos.

Tras la lectura, representantes de Agrygal y Por la Unión del Campo, las dos plataformas convocantes en Valladolid, han registrado varios documentos en la Delegación del Gobierno dirigidos a Nicanor Sen, a quien esperaban poder entregárselo en persona, pero que finalmente no ha estado presente por cuestiones de agenda, según les han informado. Uno de ellos conjunto con el sello de todas las plataformas independientes, en el que denuncian la «deriva pública y normativa que acabará con el sector primario» y un «uso desproporcionado de la fuerza» por parte de la Administración y los cuerpos de seguridad, exponiendo que los procesos abiertos frente a diversas personas durante manifestaciones que transcurrieron «sin uso de la violencia», son la prueba de la «persecución a la que se ve sometida el mundo rural».