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El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha anunciado hoy la contratación de las obras del tramo de la autovía A-11 entre Quintanilla de Arriba y Olivares de Duero, recorrido que complementa al ya adjudicado entre Olivares y Tudela de Duero ( ... en construcción desde el pasado diciembre).
El importe de esta última adjudicación asciende a 97,99 millones de euros para un trayecto de 14,5 kilómetros de la Autovía del Duero que «supondrá una alternativa más rápida y segura a la actual carretera N-122», según han apuntado desde el Ministerio.
El nuevo tramo contará con calzadas de siete metros, arcenes interiores de un metro y arcenes exteriores de 2,5 metros, y en él se ejecutarán tres enlaces: uno en el cruce de la autovía con la VA-104, en el término municipal de Olivares de Duero; otro en el cruce con la VP-3001, situado al noroeste de Valbuena de Duero; y, uno más, próximo a Quintanilla de Arriba, sobre el enlace de la N-122.
Asimismo, incluye un 'ecoducto' o puente verde de 190 metros de largo y 80 de anchura para minimizar el efecto barrera sobre la fauna y la afección sobre la geomorfología y el paisaje; un viaducto de 920 metros que salvará el valle Bajada del Páramo, bajo el que discurre la carretera VP-3011, y un viaducto de 500 metros en el cruce con el Duero, entre otros elementos. El trazado evita la afección a las bodegas ubicadas al norte de Valbuena de Duero, a los viñedos de la zona de San Bernardo y al yacimiento de Cabezo de la Dehesilla.
Tras desestimarse las alegaciones del Ayuntamiento de Valbuena de Duero al trazado Quintanilla de Arriba-Tudela de Duero (que afecta al municipio), tampoco ha fructificado el último intento del Consistorio contra el diseño de este tramo. Contraria al recorrido elegido por el Mitma, esa administración local le envió un escrito en junio en el que denunciaba la caducidad de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Entendía que tras realizarse unos movimientos de tierras en diciembre, «transcurridos más de seis meses» no se habían iniciado los trabajos, «hechos que podrían constituir fraude de ley».
En su respuesta el ministerio concluye que «no hay ningún aspecto legal ni administrativo que justifique la resolución del contrato del tramo, así como la formalización del tramo de la A-11 Quintanilla-Olivares», argumentando que «las obras tuvieron comienzo físicamente el 2 de diciembre de 2019» y que, «posteriormente, las condiciones meteorológicas y estado de alarma han ralentizado la continuación de los trabajos visibles de la obra sin que en ningún momento haya supuesto paralización alguna de la misma, pues se han estado realizando trabajos de gabinete, tramitando proyectos de los servicios afectados y programando trabajos y preparatorios».
Las alegaciones al trazado Quintanilla-Tudela presentadas por Valbuena exponían múltiples perjuicios para el municipio y San Bernardo, destacando también la mayor peligrosidad del trayecto. El Consistorio mantiene abierta la vía del Procurador del Común, quien ha archivado el expediente por el monte de utilidad pública pero no el de vías pecuarias, por lo que ha vuelto a requerir a la Junta más documentación al respecto.
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