Adiós al muro de la calle Estación

Con la eliminación de la tapia se observa el ámbito que se incorpora a la obra, ya que por ese espacio se habilitará el triple paso; un túnel de doble carril para coches desde Panaderos a la avenida de Segovia, otro de las mismas características por el actual paso de Labradores y entre ellos un paso-plaza peatonal con catorce metros de anchura. En el espacio recuperado se dispondrá de una nueva acera y un carril bici que prolongará el que existe desde Recondo.

Los trabajos de demolición se prolongarán en el tiempo, según señalaron fuentes de la Concejalía de Planificación Urbanística, de forma paralela a la modificación que Iberdrola está realizando en los trazados de algunas líneas, que afectan a las obras a ambos lados de la vía del tren.

En la Avenida de Segovia, las obras avanzan «muy bien», destaca el concejal de Planificación Urbanística, Manuel Saravia. Aquí ya están instalados todos los pilotes correspondientes a las rampas de acceso a Panaderos y Estación, así como los de la embocadura del paso peatonal.

El alcalde de Valladolid y principal defensor del triple paso, Óscar Puente, destacaba en su cuenta de Twitter que «los trabajos del paso de Labradores/Panaderos siguen su curso imparable. La integración también derriba muros. Pero de verdad. No en los mundos de yupi». Además, hace unos días anunciaba el final del trabajo de la pilotadora en el lado de Delicias para comenzar su labor en Panaderos.

Respecto a la obra, el equipo de gobierno confía en que se cumplan los plazos y en primavera de 2023 esta nueva infraestructura esté en servicio para atender las necesidades de los vallisoletanos en esa zona.

La tapia derribada albergaba una fuente de agua potable que forma parte del «Viaje de Argales», pero que desde hace algunos años no estaba en servicio. Por ello, durante los próximos días, operarios de Aquavall visitarán la zona para revisar la instalación y el arqueólogo al mando está realizando el seguimiento de control arqueológico de esta zona de la obra.

Se desconoce la antigüedad de este muro porque Agapito y Revilla, en su libro «Las calles de Valladolid», no precisa nada al respecto, salvo que «su origen se remonta al momento en que se produjo la edificación de terrenos que construyeron la llamada huerta 'de Nuevo', zona situada fuera de las Puertas de Tudela». El único dato que resacata es la situación del Convento de la Merced Descalza al final de la calle, desaparecido en los primeros años del siglo XIX.