Secciones
Servicios
Destacamos
Valladolid despidió este jueves a Teresa Molero, criadora de toros y hermana de los ganaderos ya fallecidos Pepe y Luis. En el cementerio del Carmen se le dio el último adiós a la que fuera titular de la ganadería Hermanos Molero, cuyas reses pastaron en ... la zamorana finca Dehesa La Granja, en Vadillo de la Guareña. Unos predios ahora huérfanos de toros, dedicados al viñedo y a las ovejas después de que el fallecido bodeguero Alejandro Fernández los adquiriera para elaborar uno de sus vinos más cotizados.
Teresa, junto con Pepe y Luis, heredaron la vacada de su madre, que hasta 1952 se anunciaba en los carteles como Viuda de Molero, a nombre de su abuela. En esa fecha pasaron a sus manos los toros de Molero, que podían considerarse un encaste propio, algo que mostraban sin ambages los pelos de cromatismo diverso y llamativo de sus reses. La pinta melocotón era la más identificativa de esta divisa que pertenecía a la Unión de Criadores de Toros de Lidia. Se debía a la singular cruza de sangre Veragua con la de Santa Coloma.
Desde antes de ser ganaderos, y lo fueron casi desde niños, los Molero eran abonados de la plaza de toros de Valladolid. En el tendido 8 tenía Teresa su abono, acompañada habitualmente de su sobrino, José Molero Quemada. Cada tarde de feria, tras el paseíllo, un torero le entregaba el capote de paseo, que plegaba sobre el barandal de su barrera.
Con Teresa Molero desaparece gran parte de la historia de los ganaderos de lidia vallisoletanos. A su hierro le rindió homenaje en 2012 el Colegio Oficial de Veterinarios por ser la ganadería castellano y leonesa que más reses había lidiado en Valladolid. Entonces, José Luis Lera, maestro y decano de la prensa taurina, que durante muchos años dirigió la sección en El Norte de Castilla, escribió lo siguiente: «La dehesa de la Granja era cuartel general del taurinismo, refugio de la torería andante, parada y fonda de toreros y cuadrillas, tierra de promisión de maletillas desvalidos. La gente del toro tenía su casa».
La ganadería tuvo una etapa esplendorosa en los años ochenta. Muchos fueron los toros con los que triunfó está vacada en las más importantes plazas españolas. 'Parrillero', lidiado por Esplá, y 'Cerillero' por El Soro, ambos en Valladolid en 1982, y 'Coquillero', toreado por Espartaco en 1985 en Zamora, son algunos de sus ejemplares más significados.
En 1998 vendieron la vacada y la finca a Alejandro Fernández. El hierro, una parrilla con forma de rombo, lo adquirió el matador retirado Roberto Domínguez.
Teresa Molero falleció el miércoles tras meses aquejada de una enfermedad. Pervivirá su elegancia y su clase, la que también tuvieron las embestidas de sus toros. Que la tierra le sea leve.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.