Obituario

Conmoción por la muerte repentina de la joven cantante y compositora Celia González

Con su talento innato, esta joven vallisoletana había conquistado importantes escenarios. Empezó con tan solo cinco años a tocar el piano. Su pasión por la música era algo palpable que se percibía en cada nota que salía de sus dedos, en cada melodía que surgía de su voz y en cada letra que escribía desde el corazón. Bajo el sobrenombre de Enclavedece, Celia compartía en redes sociales sus trabajos, que estaban repletos de autenticidad y pasión. Sus canciones eran mucho más que simples melodías. Eran confesiones de su ser, fragmentos de su vida hilvanados con armonías y emociones. El estribillo de una de sus composiciones resuena ahora con especial intensidad, definiendo perfectamente quién era Celia: «Me conozco. Sé que soy de mecha corta. Sé que soy lugar seguro y a veces contradictoria. También sé que voy de frente, aunque el viento venga en contra. Soy consciente cuando miente… no soy tonta». Son palabras que encapsulan la esencia misma de Celia: una joven valiente, segura de sí misma, capaz hacer frente a sus desafíos y capaz de inspirar a todos los que la conocían y querían.

Trabajaba en la Escuela Municipal de Música 'Mariano de las Heras, del Ayuntamiento de Valladolid, donde impartía Piano e Iniciación al Teclado. Sus compañeros quisieron unirse al dolor de sus familiares y amigos y cancelaron este martes todas las clases y audiciones previstas en señal de luto. Ella lo merecía.

Este jueves ha sido su despedida y el sector musical vallisoletano llora su pérdida. El cantante y artista Ayuso (José Antonio) estaba muy unido a ella. Se conocieron cuando Celia era tan sólo una niña y hace unos años decidieron unir sus talentos. Se juntaban cada martes para hacer covers de sus canciones preferidas. Ayuso ponía la voz y Celia el alma y la música. El suyo fue un proyecto que a ella le caló hondo y le hizo «salir de su zona de confort», tal y como ella misma comentaba en una entrevista que ambos concedieron a El Norte. «Llevo desde los cinco años tocando el piano y nunca me había arriesgado a cantar. Ayuso también ha adaptado su estilo. Hemos conectado y nos aportamos mucho el uno al otro», contaba entonces esta virtuosa del piano. Él, por su parte, la recuerda con cariño, mucha emoción y como una persona «muy especial» en todos los sentidos. «Teníamos una conexión increíble. A nuestros martes de covers los llamábamos 'Los martes del rincón de soñar'. Era un momento muy nuestro, en el que sólo hacíamos música y a la gente le encantaba. Nuestro primer concierto juntos fue en 'El Rincón del Erizo' y las entradas se agotaron al poco de anunciarlo», cuenta este artista. «Celia era música. Hacía suya cada canción. Era una persona sin complejos, que quería vivir la vida al máximo. Era muy familiar. Estaba muy unida a sus padres y especialmente a su hermano pequeño Abel», subraya.

Otra que también lamenta mucho su pérdida es la guitarrista y cantautora Teru, con quien desde hace año y medio colaboraba de forma habitual. Juntas participaron en el Ondarock 2022 y su último concierto fue el pasado 22 de enero en el Fonorama 2024 que tuvo lugar en el LAVA. «Estoy que no me lo creo. Me parece que fuera a quedar con ella la semana que viene para tocar. Celia era increíble. Era muy activa, muy alegre y siempre tenía en mente algún proyecto. Actualmente estaba grabando con un productor en Madrid. Nos solía decir: 'Vamos a hacer música'. Era una frase muy recurrente en ella y siempre era una alegría quedar para tocar juntas. Le gustaba colaborar con distintos artistas para su proyecto Enclavedece. Se la va a echar mucho de menos», indica Teru. «Sus canciones eran muy personales y le gustaba explicarlas en sus conciertos. Las presentaba como si fueran una historia. Como si se tratara de una primera cita», añade.

El percusionista vallisoletano Pablo Centeno la conoció durante el confinamiento. Las redes sociales les unieron. Ayuso y ella le animaron a tocar juntos. «Era muy divertido tocar con ella. Celia era muy buena amiga, muy perfeccionista con todo lo que hacía y se dejaba aconsejar», explica este joven músico que participó con Celia en un concierto para Ondarock entre otros proyectos. «Nos gustaba improvisar y nos hacía partícipes dejándonos aportar a su proyecto Enclavedece. Cuando me enteré de su fallecimiento no me lo podía creer. Es una gran pérdida para la música», prosigue.

El cantante Mario Garay y Celia se admiraban mucho mutuamente. Se conocieron a través del hermano de ella, Abel, que es bailarín. «Celia era increíble. Colaboramos varias veces juntos, grabando vídeos para redes sociales. Era maravilloso trabajar con ella. Lo que más destacaba de su personalidad es su valentía. Supo exprimir cada segundo de su vida. Próximamente iba a sacar nuevas canciones. Había una en especial que me parecía preciosa, 'Me sobra la prisa'. Teníamos pensado cantarla juntos. En cuando la escuché, me enamoró. Era muy buena compositora», señala con mucho cariño.

Los que querían y admiraban a Celia están convencidos de que su legado personal y musical perdurará siempre y que allá donde ahora esté, sus melodías le acompañarán. ¡Hasta siempre, Clavedece!