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Una de las acusaciones particulares personada en la causa abierta contra Pedro Luis Gallego, el 'violador del ascensor', eleva a 94 años de prisión su petición de condena por la oleada de raptos y violaciones a cuatro jóvenes ocurridas en las inmediaciones del Hospital de ... La Paz (Madrid). Hechos por los que el temido asesino y violador vallisoletanos, hoy de 61 años, permanece encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Herrera de la Mancha desde el día siguiente a su detención en Segovia, donde vivía en un piso de las afueras junto a su novia y donde presuntamente violó a dos de las víctimas, el 14 de junio de 2017.
Los abogados de una de las víctimas de las agresiones sexuales consumadas solicitan así una pena aún mayor que la que reclama inicialmente la Fiscalía (73 años de prisión pide por los raptos y violaciones) por la comisión de dos delitos de detención ilegal y otros dos de intento de rapto, por dos delitos de agresión sexual continuada, cuatro delitos de lesiones, cuatro delitos de robo con violencia y tenencia ilícita de armas.
Pero los abogados de las víctimas van más allá de la mera petición de condena, al entender que Pedro Luis Gallego fue el autor de las agresiones, y estudian la fórmula jurídica que les permita incluir en su momento una solicitud para que el 'violador del ascensor', en caso de condena, «cumpla de forma íntegra y sin beneficios penitenciarios el máximo que prevé la ley, de entre 30 y 40 años, al margen de la prisión permanente revisable –un supuesto que no puede aplicarse en esta causa–». Está fórmula, según indican las fuentes consultadas, «ya se ha aplicado en otras causas de violadores que fueron condenados a penas menores y que tuvieron que cumplir hasta 20 años sin beneficios».
«Estos monstruos no saben ni quieren reinsertarse en la sociedad y creo que después de lo ocurrido tanto con Pedro Luis Gallego como con Juan Manuel Valentín Tejero (recién condenado a cuatro años por abusar de una niña de 10 años en Madrid) este reguero de agresiones deberían pesar sobre la conciencia del magistrado del Tribunal de Estrasburgo, que además era vallisoletano, que facilitó con su sentencia de 2013 la salida a la calle de estos y otros violadores y asesinos», considera la presidenta de la asociación de víctimas Clara Campoamor, Blanca Estrella Ruiz, antes de desear que «ojalá lo ocurrido con estos dos violadores vallisoletanos sirva para que de una vez por todas pueda aplicarse la prisión permanente revisable en casos en los que todos los especialistas coinciden en que estos tipos son irrecuperables».
Blanca Estrella Ruiz recuerda que el 'violador del ascensor' salió de la cárcel en 2013 (el 14 de noviembre) cuando debió continuar hasta 2022 (el 9 de noviembre). Eso a pesar de que fue condenado a 273 años de prisión. Tan solo cumplió 20 años, 11 meses y 28 días.
El objetivo de las acusaciones, al margen de intentar lograr una condena al término de la vista oral, que ya está señalada para los días 3, 4 y 5 de octubre en la Audiencia Provincial de Madrid, es «evitar que el acusado, si se demuestra su culpabilidad, vuelva a salir a la calle». Ocurra lo que ocurra durante el juicio, lo cierto es que una condena mínima impediría al asesino de las jóvenes Marta Obregón (el 22 de enero de 1992 en Burgos) y Leticia Lebrato (el 19 de julio de 1992 en Viana) volver a salir en libertad prácticamente hasta después de los 80 años.
Las acusaciones públicas y particulares personadas en la nueva causa contra el 'violador del ascensor', o de 'La Paz', como le bautizaron los medios madrileños, consideran que las pruebas son contundentes contra él después de que tres de las víctimas le reconocieron «sin dudas» en ruedas presenciales de reconocimiento y de que el ADN hallado en la manilla de una puerta de su piso de la calle Dámaso Alonso de Segovia situara allí a una de las víctimas.
El autor de las agresiones registradas entre diciembre de 2016 y abril de 2017 en el entorno del citado hospital madrileño abordó a las víctimas con una pistola y consiguió obligar a dos de ellas a meterse en el maletero. Allí las maniató y las trasladó a Segovia, según consideran los investigadores y las acusaciones, para violarlas de manera reiterada antes de llevarlas de vuelta a Madrid.
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