Valladolid

Activan la red de cajeros automáticos para difundir la desaparición de Alejandro Aranda

La Asociación SOS Desaparecidos ha activado la red de cajeros automáticos Euronet ATM para difundir la alerta de desaparición de Alejandro Aranda Lasheras, el joven zaragozano de 30 años de quien no se tienen noticias desde el pasado día 23.

La escasa información con la que trabajan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado es que aquella noche, sobre las 23:00 horas, «Alejandro sufrió un brote psicótico y empezó a comportarse de forma extraña», según relataba su hermana Isabel. El último punto en el que se le vio fue en el hotel Olid, en la plaza de San Miguel, y su rastro se perdió instantes después.

No obstante, un amigo íntimo del historiador, Adrián Villalba, aseguró que una nueva pista situaba a Alejandro Aranda el lunes 24 -un día después de su desaparición- en la ciudad. «Es el único testimonio que tenemos confirmado que de verdad era él», aseveraba Villalba.

Durante el fin de semana, familiares y amigos del joven, que estaba en la capital vallisoletana como guía de un grupo del Imserso, organizaron batidas tanto por Valladolid como por las localidades del alfoz en busca de alguna pista sobre su paradero. El sábado, unos 150 voluntarios -incluso llegó un autobús de Tarazona y Alcalá de Moncayo- peinaron durante toda la jornada zonas y caminos rurales y por toda la ciudad.

El domingo, antes de regresar a Zaragoza, en torno a medio centenar de personas exploraron principalmente los parques de la ciudad, aunque de nuevo se buscó, sin éxito, por el alfoz.

Alejandro Aranda es delgado, mide 1,88 metros, tiene el pelo castaño (la Policía Nacional informó que el mismo día de su desaparición se rapó los laterales de la cabeza), los ojos verdes y la última vez que se le vio vestía cazadora negra de cuero, botas negras tipo montaña y pantalón de chándal también de ese color.

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