Un grupo de refugiados durante una de las actividades en el centro Accem. El Norte

El acceso a la vivienda, principal obstáculo de los ucranianos en Valladolid

Los refugiados, principalmente mujeres y niños, se topan con más trabas de lo habitual a la hora de firmar un contrato de alquiler

Sábado, 25 de febrero 2023, 12:51

No esperaban que el conflicto se fuera a prolongar tanto y ya ha pasado un año desde que Putin diera la orden de invadir Ucrania provocando un éxodo masivo de personas (principalmente mujeres y niños) hacia otros países. Valladolid, como cientos de ciudades, se ... volcó en un primer momento con una ola de solidaridad que se ha ido desinflando con el paso de los meses.

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Actualmente, administración y entidades de atención y acogida a refugiados se han hecho cargo desde entonces de aquellos que huyeron del conflicto, la mayoría mujeres y niños. De hecho, desde el inicio de la guerra la Junta asumió la tutela de 605 menores, aunque 383 ya han regresado a su país o se han reagrupado con sus familiares. De los 222 restantes, 98 se encuentran actualmente en Valladolid, al igual que otros 563 refugiados que tratan de continuar con su día a día en la capital. Son 4.009 en una situación similar en toda la región.

Tras una primera fase de emergencia, en la que se les otorgó cobertura de seguridad social, permiso de trabajo, cobijo, manutención o escolarización necesitan ahora continuar con su vida de una forma más autónoma e independiente, pero se topan de bruces con un primer obstáculo que imposibilita que puedan continuar con su vida con normalidad, el acceso a la vivienda.

«Las entidades están muy preocupadas con este tema porque estas personas pasan por distintas etapas y una vez finaliza el proceso de acogida no encuentran un alquiler, tienen más dificultad para acceder a una vivienda pese a que detrás de la familia hay una entidad que les respalda económicamente», explica, Rafi Romero, la concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Valladolid. Habla de un «miedo irracional» por parte de las personas que desconfían a la hora de alquilar a los ucranianos.

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Mujeres y niños

En el mismo sentido señalan desde la asociación de atención a inmigrantes Accem en Castilla y León. «Al final toda la información de personas que se quedan ocupando una casa, aunque sean casos casi inexistentes como aquí en Valladolid, genera recelo entre los que alquilan la vivienda y eso no ayuda para nada al resto de colectivos como les pasa a las personas que piden protección internacional», explica el responsable, Daniel Duque.

Desde esta asociación, que lleva 30 años realizando labores de asilo, han ayudado en estos 12 meses a 1.800 personas repartidas por la región, 323 en Valladolid, aquí el 75% son mujeres y el 25% menores de edad. A día de hoy disponen de 187 plazas para solicitantes de asilo, de las cuales 88 están ocupadas por personas que huyeron de la invasión rusa.

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La situación de emergencia finalizó el 1 de septiembre y desde entonces el colectivo ucraniano tiene que hacer frente a la negativa al acceso a un alquiler. Lo sabe de primera mano Anna Boryachenko, una joven de 34 años que lleva veinte años en Valladolid y que lleva varios meses ayudando a los compatriotas que acuden a ella como vía para intermediar la búsqueda exitosa de un alquiler. «Llevo meses intentando que puedan encontrar un alquiler, les trato de ayudar con el idioma, les doy apoyo moral, hago lo que puedo y estoy para lo que necesiten pero de los más de veinte que han acudido a mí no he conseguido piso a nadie. Yo ya desisto», narra Boryachenko.

«Muchos caseros no quieren alquilar por la condición de refugiados, porque no sabe cuánto tiempo estarán como inquilinos y no quieren que se vayan de un día para otro»

El perfil de las personas que quieren acceder a un alquiler para salir de esa fase de acogida son mujeres con niños. «Normalmente son madres de unos 40 años con dos niños a su cargo y encuentran las principales dificultades porque piden como al resto de inquilinos, algún aval o tres nóminas y por lo general no llevan tres meses trabajando aquí», señala la joven hostelera que regenta el bar Book.

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A eso se le suma la situación de incertidumbre de estas personas que sueñan con volver a su país. «Muchos caseros no quieren alquilar por la condición de refugiados, porque no sabe cuánto tiempo estarán como inquilinos y no quieren que se vayan de un día para otro», añade Boryachenko.

Desde las instituciones explican que los refugiados que mejor se han integrado en estos doce meses son los menores, los niños que están escolarizados en los centros educativos de Valladolid. Los adultos en un primer momento y pensando que las situación se solucionaría mucho antes, han sido más reacios a aprender el idioma. «Hay gente que un año después no sabe el idioma y le es muy complicado desenvolverse en el día a día, creían que iba a ser algo pasajero pero ya han visto que no», explica.

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Campaña para promover el alquiler a los ucranianos

Desde el Ayuntamiento de Valladolid van a lanzar una campaña de sensibilización con los ucranianos que, un año después de estallar el conflicto, continúan en Valladolid y no saben por cuánto tiempo. «Aún tenemos que diseñarla y trabajar en ello, es un compromiso que adquirimos con las entidades que ayudan a estas personas», puntualiza la concejal de Servicios Sociales, Rafi Romero.

Pese a que no hay nada oficial está previsto que pongan cara a las personas que tuvieron que huir de la guerra y que necesitan de la comprensión de su situación para rehacer su vida aquí. «Lanzaremos una serie de vídeos, cuñas en radio o información en redes sociales para tratar de solucionar la falta de acceso al alquiler a la que ahora se enfrentan», finaliza Romero.

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