La Academia de Gastronomía premia la excelencia y la calidad

La Academia Castellana y Leonesa de la Gastronomía y Alimentación entregó ayer en el Teatro Zorrilla los premios con los que reconoce los mejores valores de las empresas y profesionales del sector. Personalidad, excelencia, calidad y la fusión de tradición e innovación son los rasgos coincidentes de los galardonados en esta sexta edición.

El premio a Mejor Restaurante fue para Ambivium, de Peñafiel, mientras que el título de Mejor Cocinero fue para Miguel Cobo, que ejerce como chef en Burgos. Triunfaron como Mejor Sala Marcelino Calvo y Nino Martínez, de El Ermitaño de Benavente (Zamora), mientras que el galardón de Mejor Bodega fue para Javier Sanz Viticultor, de La Seca.

El Premio al Mejor Producto fue para la IGP Morcilla de Burgos, (Burgos); la Mejor Industria Agroalimentaria fue BEHER Bernardo Hernández, de Guijuelo (Salamanca), y el Mejor Local de Vinos o Copas, La bodeguita de San Segundo (Ávila). Como Mejor Restaurante Tradicional se seleccionó el Mesón del Cerrato, de Tariego de Cerrato (Palencia); el premio Revelación recayó en la DOP Cebreros (Ávila), y la Mención Especial la recogió la DO Queso Zamorano, coincidiendo con su 25 aniversario.

El viceconsejero de Desarrollo Rural de la Junta y director general del ITA, Jorge Llorente, destacó que los premiados «conjugan a diario tradición y saber hacer con la innovación, para seguir siendo competitivos en exigentes mercados. Unos valores que también transmiten en el mercado nacional e internacional». También ensalzó la labor de agricultores y ganaderos, que «son la base de la gastronomía» y los encargados de potenciar la calidad de los productos a nivel organoléptico, nutritivo, social y laboral, entre otros.