Valladolid

Abuelos, padres y profesores encarnan el belén viviente teatralizado de Las Huelgas

La navidad se vive de manera especial en el colegio Santa María la Real de Huelgas de Valladolid, donde la comunidad educativa se ha unido para celebrar un evento que combina tradición, fe y creatividad: un gran belén viviente teatralizado. El escenario elegido para la celebración fue el imponente monasterio cisterciense de Las Huelgas, del siglo XIV, lugar de reposo eterno de la reina María de Molina.

A los pies del gran altar y tras finalizar una eucaristía en la que participaron las familias, el belén comenzó a cobrar vida. Padres profesores y abuelos llevaban semanas preparando esta cita tan especial. Como salidos de las páginas de la Biblia, comenzaron a aparecer ángeles, posaderos, soldados y por supuesto, la Sagrada Familia, que fueron tomando posiciones en el ábside del templo. Los organizadores lograron recrear con autenticidad cada escena del belén, desde los humildes pastores hasta los Reyes Magos que seguían a la estrella. Cada detalle contribuyó para transportar a los espectadores al mismísimo Belén. «El vestuario, la música, los textos… todo está organizado con muchísimo mimo y cariño para que los niños comprendan la historia del nacimiento de Jesús», explica Mónica Sanz Gago, profesora de este centro educativo.

Para los más pequeños fue una tarde muy especial. Sumergirse en el relato sagrado mientras veían a sus padres, a sus abuelos y a sus profesores encarnando a los Reyes Magos, a la Virgen o a San José, fue una experiencia inolvidable. Allí estaba Julio Álvarez, de 83 años haciendo de pastor, tan nervioso como ilusionado. Le animaron dos de sus hijos que son profesores en este colegio y sobre todo, lo hizo por su nieto Hugo, que estudia allí. «Tenía miedo de que se me olvidara el papel. Me he inventado algunas frases, pero nadie lo ha notado», confiesa entre risas al concluir su actuación y su improvisado recital de villancicos.

Sor María, directora general del colegio y priora de la orden, agradeció a todos su buena predisposición para recuperar una tradición que llevaban cerca de un siglo sin celebrar. «Que el espíritu de la Navidad viva siempre en vuestros corazones», deseó en la abarrotada iglesia. Al finalizar la representación, más de 400 personas compartieron una gran chocolatada que fue ofrecida por el AMPA. Allí, todos expresaron su alegría por haber contribuido a la creación de un evento que sirve para transmitir a los más pequeños, el significado más profundo de la Navidad y que esperan seguir organizando en años venideros.

Auto de Navidad de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Luz

No fue ese el único acto que se celebró en la Iglesia Monasterio de las Huelgas Reales. Tras el belén viviente, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Luz llevó a cabo su tradicional Auto de Navidad, que constó de dos partes, una lectio brevis titulada «Presepi napolitanos del Siglo XVIII» a cargo del catedrático emérito de Historia del Arte de la UVa Jesús Urrea y un concierto del Coro de Cámara Álterum Cor. Un acto que contó con la presencia de numerosas personalidades de la política, la Universidad y las cofradías de Valladolid y que arrancó con la distinción al consiliario P. Eugenio Oterino Blanco, por parte de la Universidad Católica de Nueva España de Miami, que le ha galardonado con la Medalla de Bernardo de Gálvez.

Esta distinción se entrega a personas con una trayectoria de vida cristiana en defensa y promoción de la Hispanidad y se hace dentro del acuerdo de convenio marco de colaboración de la Hermandad Universitaria del Santísimo Cristo de la Luz y dicha Universidad Católica.

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