Los acusados por el robo, durante la celebración de la vista oral en la Audiencia de Valladolid. Rodrigo Jiménez
Valladolid

Absueltos los acusados de robar un coche y crear un entramado para blanquear dinero

La Audiencia señala que no ha quedada acreditada la implicación de las seis personas sobre un proceso que empezó en 2016 cuando se sustrajo un BMW M3 en Laguna

Álvaro Muñoz

Valladolid

Viernes, 23 de junio 2023, 15:37

La Audiencia de Valladolid ha absuelto a los seis acusados de robar un coche en Laguna de Duero el 10 de febrero de 2016 para más tarde crear una presunta red de cambios de titularidad para «perder el rastro del vehículo» con varias ventas ... y compras en un periodo de dos años, además de troquelar el número de bastidor y cambiar las matrículas.

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Para el Ministerio Público, Rubén Sacristán Romero, que se enfrentaba a cuatro años de prisión, era el único responsable de que en ese invierno de 2016 el BMW M3 de color amarillo, cuya titularidad por aquel entonces pertenecía a Ricardo S. P., fuera hurtado. Por su parte, las dos acusaciones particulares, ejercidas por la víctima del robo y por el dueño del vehículo en el momento del hallazgo de la Guardia Civil dos años después, consideran que hay otros cinco implicados y solicitaban penas superiores a las del fiscal.

Según la acusación pública, Rubén Sacristán se acercó el 10 de febrero hasta Laguna de Duero para comprar por 20.000 euros un BMW M3. «Cuando le estaban mostrando el maletero, el acusado se montó en el vehículo, lo arrancó y se fue», reflejaba el escrito de acusación de la Fiscalía. Un hecho que no ha quedado probado según recoge el fallo, apoyado en la declaración del principal acusado. «No he estado nunca en la provincia de Valladolid. Desconozco todo sobre ese vehículo», declaró Sacristán sobre el hurto del BMW.

El entramado que expuso la acusación particular, de la que no forma parte la Fiscalía al considerar que del resto de acusados «no ha quedado probada su implicación», arranca en 2015 cuando Matías Giménez Pascual compró en una página web «un coche siniestrado». «Tenía un vehículo de las mismas características y necesitaba el motor. Lo compré por unos 5.000 euros y lo vendí por unos 2.000 sin el motor. El coche estuvo a mi nombre y hay facturas y contratos de esas transacciones. Siempre informé de que era un coche siniestrado», ha declarado Matías Giménez, cuya implicación a tenor de los testimonios concluyó ahí a pesar de que la venta del BMW se hizo a Cristian Casalet Morales.

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El nombre de Cristian, acusado por las víctimas de la presunta estafa, es uno de los que más aparece en las diligencias. Después de ser robado el coche en Laguna, el primer titular del vehículo es precisamente Cristian. Fue días después del presunto hurto y como contraprestación recibió «150 euros». «Hice un favor a Rubén Sacristán porque dijo que tenía un problema con Hacienda. Tenemos un amigo en común y nos presentó. Necesitaba el dinero y accedí. Le dejé el DNI y me hizo una fotocopia, pero yo nunca firmé nada. De todos los que estamos aquí solo conozco a Rubén Sacristán y es porque tenemos una persona en común», afirmó Cristian.

La titularidad del coche, más tarde, pasó de Cristian a José Ángel Mories Jiménez con la ayuda de Ángel Hernández Pérez (experto en la compra y venta de vehículos). «Se lo compré a Cristian o a alguien que se hacía pasar por él por unos 12.000 euros. No creo que ni hiciera ni 1.000 kilómetros. Ángel me acompañó. Lo devolví porque me enteré de que había estado siniestrado y al ser importado. No tenía esa información en el momento de la compra. Ángel, que tiene una empresa en el sector, se ofreció y me ahorré el dinero de la gestoría», declaró José Ángel.

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Testimonio similar ofreció en el juicio Ángel Hernández ante los magistrados.

Posteriormente se registró otra compraventa. En este caso, el adjudicatario era Antonio Rodríguez Cardoso, que desconocía los hechos «hasta que fue informado por la Guardia Civil». «No he comprado ningún vehículo, no conozco a ninguno de los acusados, no acepté el cambio de titularidad porque no tenía constancia de eso. La firma no es la mía, no sé cómo han obtenido mis datos. Una vez perdí la cartera y la devolvieron al día siguiente», agregó Rodríguez Cardoso.

Finalmente, el BMW fue adquirido por Álvaro V., último titular tras abonar 15.000 euros antes de ser hallado por la Guardia Civil en La Coruña. Precisamente, agentes del Instituto Armado también señalaron que, «de oídas», algunos de los acusados estaban relacionados con casos similares por la zona de Benavente.

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