La duda razonable se ha impuesto en la sentencia y la Audiencia de Valladolid ha absuelto a Jesús Ángel F. D. A., de abusar sexualmente ... de la que fuera su novia, que cuando ocurrieron los hechos, en 2021, tenía 15 años y él, 28. El tribunal considera que durante tres meses existió una relación de pareja entre ellos, que los encuentros sexuales con penetración que mantuvieron los fines de semana junto a un parque fueron sin violencia e intimidación, como ratificó la menor en el juicio oral, y que no ha quedado acreditado «fehacientemente» que el acusado supiera que su novia no tenía más de 16 años.
A esta conclusión se llega, indica la sentencia, no sólo porque el joven mantuvo que tenía incluso 18 años y que ella le dijo que había repetido curso, «por lo que no le extrañó que estuviera en el colegio aún», sino por lo declarado por los testigos de la defensa que coincidieron en que «cuando salió con ellos y le preguntaron su edad, ella les dijo que tenía 18 años y todos ellos creían que, en todo caso, sobrepasaba los 16, no sólo por su afirmación sino por su aspecto físico».
La sentencia explica que, como no existe la «imprudencia» en los delitos contra la libertad sexual, «el pronunciamiento debe ser absolutorio»
«La franja entre los 15 y 16 años es muy leve», apunta el tribunal, y «aunque el acusado pudo cerciorarse de la edad correcta de la menor y no lo hizo, por lo que entendemos que el error era vencible, no es fácil diferenciar si tenía 15 o 16 a simple vista» El acusado pudo cerciorarse, «a la vista de la importante diferencia de edad entre los dos», pero no lo hizo. En este sentido, los magistrados entienden que debería penalizarse el delito como imprudente pero, explica, «los delitos contra la libertad sexual no admiten comisión imprudente, con lo que el pronunciamiento debe ser absolutorio».
Subraya el fallo que el acusado y la denunciante no se conocían con antelación, no habían tenido contacto antes ni amigos comunes, con lo que el joven desconocía todo de ella. Por el dato físico «no pudo tener conocimiento exacto de la edad, más cuando la menor aceptaba la relación totalmente, incluidas las relaciones completas y se mostraba con una edad superior a la real cuando salía con los amigos del acusado, todos ellos mayores que ella, que en modo alguno sospecharon que solamente tenía 15 años.
Mensajes amenazantes
Por el contrario, sí se le condena por un delito continuado de amenazas graves, proferidas por el acusado, porque no aceptó la ruptura, en reiterados mensajes telefónicos de contenido intimidatorio. La Audiencia entiende que «rebasó el límite de pedir explicaciones», pues hasta llegó a amenazarle con hacerle daño a ella y su familia. Por ello le impone un año de prisión y la prohibición de acercarse a la menor y comunicarse con ella durante tres años.
La sentencia no impone indemnización en concepto de daños morales como responsablidad civil porque «no se ha acreditado que los hechos hayan dejado en la víctima secuelas indemnizables». Contra este fallo cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Durante el juicio, el joven manifestó que «yo creía que relaciones completas era darle besos y tocarle el culo», una justificación que ha sido desterrada por el tribunal como »inverosímil« en un hombre de 28 años. El acusado se enfrentaba a penas de prisión de diez años y seis meses por un delito de agresión sexual continuada y a un año por un delito de amenazas a través de Whatsapp.
La madre de la menor denunció los hechos en febrero de 2022. Durante la vista oral explicó que se enteró de que su hija estaba saliendo con el joven cuando observó en ella comportamientos extraños. «Me ocultaba cosas, me daba malas contestaciones», declaró en el juicio. Cuando se lo confesó, la madre le advirtió de que el joven era mayor de lo que le había dicho. «Le dije que se cerciorase, porque las familias nos conocemos, es vecino del pueblo y yo sé la edad que tiene». La progenitora manifestó que su hija intentó dejarlo y que empezó a recibir amenazas a través de terceros. Ella le confesó que con su novio había mantenido relaciones completas «siempre que quedaban».
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