Antonio G. Encinas
Viernes, 19 de mayo 2017, 12:37
En realidad son retos que se asumen desde hace tiempo como ineludibles. Conceptos como internacionalización, transferencia de conocimiento o o fomento de la investigación son esos grandes objetivos que se trataron en la última campaña al Rectorado, hace tres años, pero también en la anterior. El ranking de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CyD) muestra que continúan siendo retos pendientes, aunque el modo en que se muestran esos datos por encima de la media, en la media o por debajo de la media, sin más matizaciones hace que haya que observar el ranking con bastante prudencia.
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A la Fundación CyD, que cada año edita unos volúmenes impresionantes repletos de datos facilitados por las universidades, le ha dado esta vez por el minimalismo y solo permite extraer algunas conclusiones generales. Así, cabe destacar que en una universidad generalista como es la UVA y como lo son las públicas de Castilla y León hay facetas en las que la crisis penaliza. Si se han recortado las fuentes de financiación para los investigadores y la mayor parte de los recursos se destinan a investigación aplicada, los que se dedican a ello en las ramas de Humanidades, Ciencias Sociales y en la ciencia básica salen perjudicados en este ranking.
Tampoco se puede medir en igualdad de condiciones la Universidad Europea Miguel de Cervantes con otros colosos de la enseñanza universitaria, incluso privada. A pesar de ello, obtiene algunos resultados interesantes, como la participación de profesorado extranjero, gracias a acuerdos y convenios con instituciones europeas y norteamericanas. O en movilidad de los estudiantes, también debido en parte a esos mismos programas de colaboración. Así, en el apartado de Orientación Internacional consigue estar por delante de la Pontificia de Salamanca o de la propia UVA, mientras que es Salamanca quien lidera esta clasificación por sus grados y másteres en otros idiomas.
Si hay un aspecto en el que destacan las universidades de Castilla y León, explica en sus gráficos la fundación CyD, es el puramente formativo. En el apartado Enseñanza y Aprendizaje, la media de las instituciones regionales consigue figurar en el percentil más alto en cinco de los seis aspectos analizados. Solo Navarra y Aragón superan a la comunidad en esa faceta.
Mapa de titulaciones
Algo que podría ser una gran noticia si no fuera porque choca con otro de los apartados analizados, el de la contribución regional. Concretamente, en el de «alumnos que realizan prácticas en empresas de la región», donde figura en el percentil más bajo. De nuevo cobra protagonismo otra de las reclamaciones habituales a las universidades de Castilla y León, y especialmente a las públicas: su escasa vinculación con el entorno socioeconómico. Algo que se quiere paliar a través del diseño del mapa de titulaciones pactado hace un año, pero que será más complejo de lo que parece. Requiere participación de un tejido empresarial que está bajo mínimos y compromiso por parte de las universidades para difundir su labor formativa y también investigadora.
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Porque ahí, en la investigación y en la transferencia que se hace de esa investigación a la sociedad, también se queda en un terreno medio. La Universidad de Valladolid es un ejemplo de algunos de los problemas que se encuentran las instituciones regionales para poder crecer en este aspecto. Figura en un lugar medio. Ha aumentado las publicaciones científicas de sus docentes en los últimos años, pero algunos de los catedráticos y titulares con más sexenios reconocidos empiezan a jubilarse. La tasa de reposición y el techo de gasto han impedido empezar a acometer el relevo generacional necesario y muchos investigadores jóvenes han salido rumbo a otros lugares, principalmente Europa e Hispanoamérica. En cuanto a la creación de empresas derivadas de grupos de investigación reconocidos, lo que se conoce como spin-off, está muy en relación con las necesidades de las empresas del entorno, por lo que tampoco es sencillo crecer.
Además, la Fundación CyD examina qué cinco universidades son líderes en ocho campos científicos determinados. Solo la de Salamanca consigue hacerse un hueco entre ellas, dentro de Ingeniería Química.
En la presentación del ranking se explicó que los resultados ponen de relieve «la diferenciación de las universidades según su orientación a la docencia, la investigación, la transferencia de conocimiento, la internacionalización y la contribución regional». En la elaboración del listado han participado 69 universidades públicas y privadas de las 82 que hay en el país. En Castilla y León solo la IE University se ha quedado fuera de este examen.
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