J. Asua
Sábado, 22 de abril 2017, 09:06
La guerra contra las ratas está en marcha. La proliferación de roedores en algunas zonas verdes de Valladolid ha llevado al Ayuntamiento a intensificar la lucha contra estos animales. La concejala de Medio Ambiente, María Sánchez, avanzó ayer que, además de la instalación de unas nuevas papeleras con portacebos en los parques afectados, su departamento colocará veneno en los árboles para controlar la población de la especie arborícola la rattus rattus que en las últimas semanas corretea sin mucho disimulo por algunas áreas concurridas de la ciudad, concretamente en los barrios de Parquesol, Pilarica y Covaresa.
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El veneno se colgará en las ramas en unos depósitos preparados al efecto, que únicamente permiten la entrada de los roedores para salvaguardar al resto de la fauna urbana y a las personas que utilizan estas áreas de recreo. La edil visitó ayer, junto con el director de Parques y Jardines, Ángel Asensio, el cauce de la Esgueva, una de las zonas afectadas. Sánchez anunció que con carácter inmediato se realizará una limpieza, especialmente bajo los puentes, donde se acumula basura que tiran algunos ciudadanos incívicos. Los técnicos del área no saben aún las causas de la aparición de ratas, algo que es recurrente desde hace cuatro años, pero que esta primavera ha tenido mayor visibilidad, como lo demuestran las quejas ciudadanas que han llegado al Ayuntamiento y la constatación por parte de los operarios del servicio de jardines.
El PP denunció ayer la «pasividad» del gobierno municipal ante la que califican como una «plaga» y que achacan a la «falta de higiene de las calles y de cuidados de parques y jardines». «Esta plaga de ratas es peligrosa, sobre todo desde el punto de vista sanitario. Esperemos que no tengamos que lamentar que un vecino recibe una mordedura por parte de una de esas ratas, que le van perdiendo miedo a la población y campan sin límite», señalaron ayer en una nota de prensa, en la que también denuncian la suciedad que están causando en el mobiliario urbano los abundantes excrementos de las palomas torcaces.
María Sánchez defendió la labor del servicio de limpieza, en el que se emplean 506 personas (502 en 2015) y que ha incrementado las horas de trabajo: 98.159 el pasado año frente a las 97.029 de 2015. La edil aseguró que el departamento ha intensificado la limpieza de calles y mobiliario con mangueras y camiones con tanques de agua a raíz del incremento de deposiciones de paloma, pero reconoció que hasta que no se encuentre una solución eficaz para ahuyentarlas ya se trabaja en ello los operarios no dan abasto, porque las aves vuelven a posarse en las mismas zonas.
Respecto a las ratas, señaló que las denuncias ciudadanas no han repuntado de manera especial. En 2013 se registraron 301; un año después, 264; en 2015, 261 y el pasado año llegaron a las 318. El Consistorio, que realiza una campaña anual de desratización a través de la colocación de cebos en las alcantarillas de todos los barrios de la ciudad, espera que las medidas que va a poner en marcha ahora permitan mantener a raya la población de esta especie de hábitos arborícolas que se está dejando ver en Valladolid.
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