Emprenden en pareja en el sector del diseño gráfico
Daniel San Miguel y Laura Oreja, gerentes de Lápiz y Ratón Estudio C.B.,
Laura Negro
Domingo, 16 de abril 2017, 12:14
Lo suyo es amor y arte. Ellos son Daniel San Miguel y Laura Oreja, dos jóvenes de 28 y 27 años, cuyas vidas han corrido de forma paralela. Se conocieron hace 10 años, mientras estudiaban Bachillerato y más tarde coincidieron en el ciclo de Grado Superior de Ilustración, donde se hicieron pareja. Luego ambos decidieron cursar juntos el grado de diseño gráfico en Soria. Ahora han emprendido, y cómo no, también lo han hecho juntos. Acaban de abrir su estudio de diseño gráfico e ilustración Lápiz y Ratón.
Desde que tiene uso de razón, Laura ha vivido el arte con pasión. Su madre es profesora en la Escuela de Arte de Valladolid y ella solía corretear por los pasillos y se sentía fascinada con todo lo que encontraba a su paso. «Con ocho años vi la presentación del proyecto de la ilustradora Cristina Ortega y en aquel momento supe que quería dedicarme a esto. Mi forma de comunicarme siempre ha sido a través del dibujo», explica. Daniel, en cambio, llegó al arte por casualidad. Asegura que nunca fue un buen estudiante. No se sentía motivado ni atraído por nada y cuando empezó a cursar Bachillerato de Arte, todo cambió para él y las notas mejoraron sustancialmente.
Las prácticas de la carrera ambos las hicieron en El Norte de Castilla; él en la sección de Ilustración e Infografía y Laura en Publicidad. Después ambos han trabajado para diferentes empresas, hasta que en marzo del pasado año ella se quedó en paro y empezó a darle vueltas a la idea de ponerse por su cuenta. «En noviembre también a mí se me acabó el contrato. Fue en ese momento cuando tomamos la decisión de emprender con nuestro propio estudio», argumenta él.
Asesoramiento en la Ventanilla Única
Lo primero que hicieron fue acudir a la Ventanilla Única donde les asesoraron de todos los trámites de la puesta en marcha. Para el desarrollo del plan de negocio fueron al Vivero de Empresas de la Cámara de Comercio, donde tuvieron varias tutorías. «Allí nos aconsejaron la Comunidad de Bienes como forma jurídica. Enseguida nos pusimos a buscar el local. Queríamos algo a pie de calle y que estuviera en una zona semicéntrica y antes de abrir, ya habíamos puesto carteles y repartido publicidad para darnos a conocer. El local lo inauguramos en febrero, pero nosotros nos dimos de alta en enero porque ya nos salieron proyectos», indican ambos emprendedores, que se están beneficiando en la reducción de la cuota de autónomos.
Laura y Daniel tienen una sólida formación en lo que a lo suyo se refiere, pero carecían de nociones sobre la gestión de una empresa. Por ello, Laura Oreja decidió participar en la formación CREA del Ayuntamiento de Valladolid, donde ha podido resolver todas sus dudas. «Me han ayudado mucho, sobre todo en el aspecto financiero. También nos han dado muchas pautas sobre temas publicitarios y de segmentación de clientes. Periódicamente tenemos tutorías a las que asistimos ambos», dice ella.
Lápiz y Ratón es un estudio dedicado al diseño gráfico, a la ilustración y a la fotografía de producto, en el que ofrecen todo tipo de soluciones gráficas a sus clientes, desde diseño de imagen corporativa, maquetación de libros y revistas, invitaciones de boda y comunión y cartelería. «En todos nuestros trabajos intentamos que la fotografía y/o la ilustración formen parte importante del diseño. Son herramientas diferentes pero que unidas son muy potentes. Tenemos la gran ventaja de abarcar todos los campos, ese es nuestro punto fuerte. Nos adaptamos a los gustos del cliente. Primero dejamos que nos explique y hacemos un trabajo acorde a sus necesidades. No tratamos de convencerle de nada, simplemente hacemos lo que necesita. Somos la mano que dibuja lo que él quiere», explican estos emprendedores.
Estilos diferentes
A la hora de trabajar esta pareja se complementa a la perfección. Laura tiene un estilo más tradicional y domina todas las técnicas de dibujo, tanto tradicionales como digitales, mientras que Daniel es más vanguardista y todo un apasionado de la luz, el color y las tipografías. «Tenemos estilo diferentes y eso hace que podamos adaptarnos mejor a cualquier trabajo. Somos muy versátiles. Además, nos resulta divertido trabajar juntos. A veces intercambiamos el ordenador y completamos los diseños del otro. Lo hacemos para mejorar los trabajos. Nuestras ideas nunca son contrarias sino complementarias», puntualiza esta pareja de emprendedores.
Otra línea de negocio es la formación. En su estudio dan apoyo gráfico a aquellos alumnos que necesiten hacer vistosas presentaciones o proyectos. También les ayudan en sus pruebas de acceso.
Además dan clase de dibujo, ilustración y maquetación para todo el que quiera aprender.
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