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j. nieto
Miércoles, 5 de abril 2017, 21:43
«Estamos viviendo en dos mundos: el real y el virtual. El mundo virtual está también lleno de peligros, igual que el mundo real, pero solo educamos a nuestros hijos para el mundo real. Y estamos dejando que sean ellos los que exploren este mundo virtual lleno de peligros, sin pautas, sin límites, sin que se sepan proteger. Llevamos toda la vida enseñándoles a cruzar la calle, pero no les estamos diciendo nada del ámbito digital y yo creo que eso es un error». Quien así se expresa es David Cortejoso, sicólogo sanitario experto en riesgos de las nuevas tecnologías, que ayer se acercó a la Casa de las Artes de Laguna de Duero para orientar a los padres y madres sobre el abuso y adicción de las nuevas tecnologías en menores.
¿Cuáles son los principales peligros de las nuevas tecnologías con respecto a los menores?
Se habla de tres abusos fundamentales, que son el abuso de los juegos, el Smartphone e Internet en general. Pero luego hay otros problemas añadidos que vienen derivados del mal uso y no del abuso, como son el ciberbullying (uso de información electrónica y medios de comunicación tales como correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajería instantánea, mensajes de texto, teléfonos móviles, y websites difamatorios para acosar a un individuo), el grooming (conductas y acciones deliberadamente emprendidas por un adulto con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creando una conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir las inhibiciones del infante y poder abusar sexualmente de él) y el sexting (envío generalmente de imágenes pornográficas)
Además de los riesgos derivados del mal uso de estas nuevas tecnologías está también el abuso de su uso por parte de los menores. ¿Cuándo un menor deja de ser aficionado a las nuevas tecnologías para pasar a tener un problema?
Empieza a tener un problema cuando él mismo se da cuenta de que le gustaría pasar menos tiempo dedicado al videojuego o a la pantalla de turno y no puede controlarlo; cuando se produce una interferencia de su dinámica diaria: cuando le altera los horarios de comida, de sueño, que empieza a caer el rendimiento académico cuando le cambia el humor en las relaciones familiares, cuando deja de realizar determinadas actividades por dedicarle unos minutos más al juego, porque le tiene enganchado porque le gusta, porque lo necesita
¿Cuándo salta la alarma en los padres y madres?
Los padres acuden a la consulta cuando ven que con sus técnicas habituales de castigos y premios no consiguen controlar ese tiempo que el niño dedica al juego o al Smartphone.
¿Dónde están los límites? ¿Qué sería un uso razonable de las nuevas tecnologías?
Los límites los marca cada familia. Yo considero que un menor de últimos cursos de Primaria o primeros de la ESO no debería emplear más de hora y media diaria conectada a estos dispositivos. Porque además los propios centros educativos empiezan a utilizar también en el aula pizarras digitales, tablets... con lo que la exposición a las pantallas habría que limitarla.
¿Qué consecuencias tiene el abuso de estas tecnologías?
La pérdida de control. La pérdida de control le lleva a problemas psicológicos porque alteran sus relaciones familiares, porque le producen unas sensaciones a nivel fisiológico cuando no puede estar conectado, como taquicardias, hiperventilación, sudoración, nerviosismo, ansiedad, porque se producen modificaciones a nivel conductual como sus hábitos de sueño, que luego repercute en su tarea escolar. El abuso de las pantallas le lleva a una serie de consecuencias emocionales, conductuales, escolares
¿Qué responsabilidad tienen los padres en este problema?
El principal problema es la relajación de los padres. Les regalamos estos dispositivos porque lo tienen la mayoría de los niños pero sin imponer las reglas adecuadas.
¿Los niños necesitarían formación en nuevas tecnologías, una educación digital?
Totalmente. Hay charlas y formación a nivel extracurricular, pero no hay nada a nivel curricular. Sí hay formación en informática, pero nada de seguridad en Internet y yo creo que es algo que habría que meter desde muy pequeños. A un niño desde que se le pone un juego o un vídeo en Youtube hay que explicarle los riesgos que eso tiene, hay que darle pautas de seguridad informática No hay que dejar que lo aprenda por el uso o porque lo vea hacer; hay que sentarse y hablar con él.
¿Entonces ve necesaria una asignatura de Educación Digital?
Yo esa asignatura la pondría en las casas. La principal obligación es de los padres y los padres están muy poco formados en este tema. Están regalando estos dispositivos a sus hijos a edades muy tempranas sin saber cuáles son los riesgos, sin saber controlarlo, sin poner normas, sin establecer un programa de control parental, sin haberle contado todo eso al menor. Es como si a un niño de catorce años le regalásemos un coche y le dejásemos ir por la autovía a 200 kilómetros por hora.
¿A qué edad habría que regalarle entonces un Smartphone a un menor?
No es cuestión de edad. Es cuestión de que los padres y el menor estén capacitados. Yo considero que el teléfono móvil es una extraordinaria herramienta de comunicación en las familias. Un niño de once o doce años también puede tener un móvil, pero cuando se cumplan unas premisas: que los padres conozcan los riesgos, que se los hayan contado al niño, que sepan utilizar un programa de control parental, que se lo hayan instalado en el Smartphone y se lo hayan contado, que le hayan establecido límites, horarios, situaciones en las que no es adecuado su uso, consecuencias si no lo utiliza de manera adecuada, cómo debe actuar en el caso de que se produzca un ciberbullying, un grooming o un sexting Si no se cumple alguna de estas premisas es un riesgo y una locura regarle un Samartphone.
¿Cómo se pueden formar los padres en estos temas?
La información en Internet sobre estos temas es muy abundante. Hay organismos y entidades buenísimas que la ofrecen: Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Incibe, que es el Instituto de la Ciberseguridad, Red.es Aquí en Valladolid tenemos una asociación que se llama Helptic, que ofrece información y tratamos casos. La información en Internet sobre esos temas abunda en forma de vídeos, artículos, estudios, cursos
¿Qué pautas se pueden ofrecer a los padres y madres para prevenir estos problemas?
La mejor prevención es que ellos estén formados. Hay que evitar que los hijos te consideren un extraterrestre en nuevas tecnologías. Los chavales consideran que tienen muchos más conocimientos sobre nuevas tecnologías que los padres. Los padres tienen que acercarse a las nuevas tecnologías y ganarse esa confianza para que sirvan de punto de referencia.
¿Por qué no debemos subir fotos de menores a Internet?
Hay muchísimas razones. Cuando subimos fotos de nuestros hijos a las redes sociales estamos creando una identidad digital de esa persona, que lleva a una reputación digital y no sabemos cómo les va a afectar en el futuro. No sabemos si van a querer tener esas fotos, si les puede afectar a la hora de buscar un trabajo Y luego hay redes de pederastia que cogen esas fotos y las manipulan con Photoshop para chantajear a los menores. Y la principal es que luego no podremos decir a nuestros hijos que no suban fotos a Internet si nosotros hemos hecho lo mismo durante años, porque nos desacreditamos nosotros mismos.
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