Llegan a Valladolid los robos de volantes de coches de alta gama

Poco o nada se puede hacer para evitar la última moda de robos en vehículos que acaba de aterrizar en la capital, y que consiste en llevarse exclusivamente los volantes, más allá de «poner alguna traba» a los ladrones en forma de alarma o la tradicional barra antirrobo. Los asaltos, todos ellos registrados, por ahora, en garajes comunitarios de Parquesol, comenzaron a principios de diciembre y, después de un parón, se han retomado en las últimas tres semanas. Nada menos que una docena de coches de alta gama han perdido, y es literal, sus volantes. Una broma que supone un coste medio de 2.500 euros por unidad.

Los agentes encargados de la investigación reconocen que es «la primera vez» que se enfrentan a estos inusuales robos, en los que los autores «van exclusivamente a por los volantes de coches deportivos de gama alta y no tocan absolutamente nada más del interior del vehículo». La salida del botín, que a estas alturas ronda ya un valor cercano a los treinta mil euros, solo puede ser el mercado negro, donde los volantes se venden, claro, a un precio mucho más asequible al del concesionario.

Los primeros asaltos tuvieron lugar a principios de diciembre en, al menos, dos garajes comunitarios de Parquesol, con la sustracción de cuatro volantes. Después llegarían dos más, siempre en el mismo barrio, y solo durante el pasado fin de semana fueron seis. Los delincuentes, en todos los casos, escogieron los modelos de corte deportivo de las marcas BMW, Audi, Volkswagen y Renault en las equipaciones M, S-Line, GTE y GT, respectivamente. «Eran coches nuevos, algunos con apenas dos semanas, y por ahora, sobre todo, de las marcas alemanas (BMW, Audi y Volkswagen), además de un Renault Megane», explican las fuentes policiales consultadas.

La forma de actuar de los integrantes, con toda probabilidad, de esta banda más que especializada responde siempre al mismo patrón: «Escogen garajes de comunidades grandes, como son las de Parquesol, y actúan durante las madrugadas del fin de semana viernes y sábado». Así que una vez elegido el modelo, acceden al habitáculo bien a las bravas, en la mayoría de los casos, es decir, reventando una ventanilla; bien con algún tipo de dispositivo electrónico que les permite abrir la puerta sin dañarla. Esto último solo ha ocurrido en el caso de dos modelos BMW de la Serie 4.

«Razonable habilidad»

Una vez dentro del vehículo de turno, los delincuentes operan con una «razonable habilidad» para extraer, primero, el airbag y, a continuación, el volante al completo. «Se llevan el aro, los dispositivos electrónicos que van dentro y el airbag sin dañar habitualmente la parte posterior, aunque en algún caso sí la han tocado y eso dispara el coste de la reparación», resumen fuentes de un concesionario de una de las firmas alemanas favoritas de los integrantes de un grupo que bien podría pasar a denominarse como la banda del volante. La reposición en el taller de este tipo de volantes oscila entre los dos mil y los tres mil euros, en función de «si solo tocan el aro y sus dispositivos o la fijación posterior en la que están acoplados limpiaparabrisas, luces y demás...».

Las víctimas, en todos los casos, se encontraron a la mañana siguiente con sus vehículos desprovistos del volante sin echar en falta nada más. «Ni revolvieron el interior ni abrieron, siquiera, las guanteras, solo quitaron los volantes», inciden fuentes policiales antes de añadir que todo apunta a robos por encargo. Para qué si no buscan modelos tan concretos y qué si no podrían hacer con el volante de un coche.

Los robos de la banda del volante se concentran, por el momento, en los garajes de grandes comunidades de Parquesol diseminadas por calles como Doctor Villacián, Manuel Azaña o Juan García Hortelano y han tenido lugar en dos oleadas entre diciembre y el pasado fin de semana.