Hasta tres patrullas y una ambulancia acudieron el sábado a la plaza de Zorrilla y el Campo Grande ante la presencia masiva de jóvenes en ese entorno.

Más vigilancia policial en el Campo Grande, que cerrará antes

El alcalde asegura que solo son jóvenes comiendo hamburguesas, mientras su concejal de Juventud anuncia campañas contra el consumo de alcohol

j. s.

Martes, 24 de enero 2017, 17:14

El alcalde, Óscar Puente, desmintió ayer la presencia de jóvenes consumiendo alcohol durante la concentración que reunió a decenas de adolescentes el sábado por la noche en el entorno de la plaza de Zorrilla solo «tomaban hamburguesas y refrescos», alegó y anunció a continuación que ha ordenado adelantar desde ya una hora el cierre del Campo Grande de las 22:00 a las 21:00 horas e incrementar la vigilancia policial con patrullas fijas en ese mismo entorno, sobre todo, durante los fines de semana. Puente esgrimió un informe policial en el que los agentes afirman que «no se observaron botellas de bebidas alcohólicas en ningún grupo» y que tampoco se produjeron altercados esa noche más allá de un incidente a las puertas de un club de la calle Galatea en el que se identificó a un menor por «insultar al personal y dar una patada a la pared».

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De manera que al eje formado por la plaza de Zorrilla, la acera de Recoletos y el interior del Campo Grande acudieron tres patrullas de la Policía Municipal entre las 20:00 y las 22:00 horas de dicho sábado simplemente ante «el gran número de jóvenes que había» tanto fuera como dentro del parque. Los agentes, según recoge el informe presentado ayer por el regidor para demostrar que nadie probó una gota de alcohol esa noche, recorrieron después los caminos interiores sin observar incidente alguno salvo por la presencia de «entre ocho y quince grupos de jóvenes de entre 12 y 18 años» y de que habían «dejado los restos de sus consumiciones bolsas de papel, servilletas y vasos de plástico tirados en el suelo por este gesto inocente de salir a la calle a comerse las hamburguesas», prosigue el informe.

Así que tres patrullas, con un mando incluido, peinaron el parque y alrededores esa noche por una mera cuestión de «evitar la suciedad» y ante una «aglomeración» de jóvenes consumiendo «hamburguesas y refrescos». No hubo incidente alguno, no hubo alcohol y tan solo se identificó a un chico por el altercado registrado en la calle Galatea.

«No hay sacar las cosas de su sitio, ya que allí no hubo ni macro ni microbotellón, dado que el informe policial desmiente su existencia», añadió el alcalde antes de reconocer, al menos, que «el problema es que existe una concentración de jóvenes en ese entorno que acuden a las hamburgueserías cercanas Burger King y The Good Burger y que las consumen en los bancos del paseo y del Campo Grande, pero sin consumo de alcohol», incidió. Sí preocupa, añadió, «que se aglutinen jóvenes en lugares más oscuros, donde pueden ser víctimas de algún robo o intento de agresión». El informe policial, en este sentido, también recoge literalmente que «varias parejas, buscando la intimidad, se ocultan en zonas muy oscuras, separados de sus amigos, lo que propicia que puedan ser víctimas de cualquier desalmado».

Y esto último, la suciedad y la prevención de agresiones en lugares oscuros, propicia el adelanto del cierre del Campo Grande durante el invierno y la presencia permanente de patrullas allí los fines de semana.

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Una menor ebria

Nada dice el informe policial sobre la llamada recibida a las 20:54 horas por el 112, en la que solicitaba una ambulancia para atender a una joven que «se encontraba en muy mal estado» fuentes policiales confirmaron esa misma noche que habían atendido a una menor y que sufría una aparente «intoxicación etílica», si bien es cierto que los sanitarios no la encontraron luego cundo llegaron, o de las quejas vecinales recibidas por los propios policías locales alertando de la presencia de jóvenes consumiendo alcohol en ese entorno, lanzando «botellas y otros objetos sobre viandantes y animales del parque» o «pisando los jardines».

Tampoco recoge el exhaustivo informe los daños sufridos también esa misma noche por el reloj floral de la plaza de Colón se colgaron de nuevo, como ya ocurriera el fin de semana anterior, de la aguja del minutero e intentaron arrancarla o la intervención de los propios policías locales en el Burger King de Recoletos a raíz de un «encontronazo entre un grupo de jóvenes y el vigilante de seguridad», sobre el que sí informó aquella noche el 092 concretando, incluso, que se identificó a los implicados.

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Pero nadie «consumió alcohol» el sábado a esas horas y «no hubo incidentes», según recalcó hasta la saciedad ayer el alcalde de viva voz y a través de las redes sociales es su Twitter colgó el informe policial bajo el título: «El botellón que NO existió». Pero el Campo Grande amaneció al día siguiente con restos de cristales de botellas de alcohol de alta graduación, bolsas de hielos vacías, botellas de dos litros de refresco de limón con un sospechoso color burdeos o latas de cerveza, entre otras cosas, tiradas por sus caminos y jardines e, incluso, en el estanque. Cierto es, y eso es innegable, que entre los desperdicios también se encontraban las pruebas irrefutables del consumo de refrescos y hamburguesas procedentes del Burger King. Y allí seguían todos, por cierto, pasado el mediodía, con el Campo Grande lleno de menores.

El propio concejal de Juventud, Alberto Bustos perteneciente a Valladolid Toma la Palabra, socio de Gobierno del PSOE de Óscar Puente, anunció ayer a mayores su intención de llevar al entorno de la plaza de Zorrilla «propuestas de ocio diferentes y planteamientos pedagógicos de lo que supone el consumo, el uso y el abuso del alcohol, y también el respeto del entorno». Y todo ello en una zona en la que, de nuevo en palabras del alcalde, Óscar Puente, se reúnen «los jóvenes a consumir hamburguesas y refrescos sin consumo de alcohol». Su concejal aclaró que no quieren «que se plantee un problema de botellón cuando no la ha habido».

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De manera que el Campo Grande cerrará en adelante una hora antes, las patrullas de la Policía Local lo vigilarán de manera permanente los fines de semanas y allí se realizarán actividades para prevenir el consumo abusivo de alcohol. Y todo por unas hamburguesas.

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