Botellas de vidrio junto al estanque de los patos.

Así quedó el Campo Grande tras el botellón

Cristales, vasos rotos, restos de botellas y suciedad inundaban los jardines a la mañana siguiente

J. Sanz

Lunes, 23 de enero 2017, 11:02

Los senderos e, incluso, el estanque del Campo Grande amanecieron ayer repletos de cristales, bolsas y botellas con restos de calimocho y otras bebidas espirituosas para mostrar a las claras el resultado del macrobotellón que la noche anterior reunió allí a decenas de jóvenes algunos testigos apuntan a que fueron más de cuatrocientos, en su mayoría menores de edad. Fuentes policiales confirmaron ayer que los agentes locales identificaron y denunciaron a varios de los participantes bien por beber en la vía pública bien por enfrentarse y golpear al vigilante del cercano Burger King de Recoletos o por destrozar, aún más, la aguja del minutos del reloj floral de Colón.

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Los asistentes al botellón celebrado en tan singular paraje a partir de las ocho de la tarde del sábado, dos horas del cierre del recinto, no solo causaron algunos destrozos (menores, eso sí) en su interior sino que arrojaron botellas y otros objetos contra los animales. Los cristales de botellas de licor rotas y las bolsas de supermercados cercanos que tiraron después por los senderos, jardines y el estanque del parque decimononónico remataron la función.

Y así, con la basura diseminada por el Campo Grande y las papeleras paradójicamente vacías, se encontraron ayer pequeños y mayores el pulmón verde de la capital, que hoy será presumiblemente limpiado por los operarios municipales. La Policía Local anunció ayer que intensificará la vigilancia en el recinto.

Pelea

El incidente más grave de la frenética noche del sábado tuvo lugar a las puertas del Burger King, un local al que cuatro patrullas volvieron a acudir a media tarde de ayer por una pelea con navajas entre un grupo de jóvenes. No hubo, por fortuna, heridos.

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