Niños del colegio San Agustín protestan por los cierres de Dulciora y Lauki

Organizaron una manifestación este viernes por los alrededores del centro escolar

Jota De la Fuente

Viernes, 20 de enero 2017, 17:07

Más de un centenar de alumnos del colegio San Agustín de Valladolid llevaron a efecto ayer una curiosa iniciativa, inédita hasta el momento, manifestarse en contra del cierre de las empresas de Valladolid que se vienen anunciando recientemente.

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En concreto la idea partió del grupo de voluntariado del colegio, que aglutina a alumnos de secundaria y de sexto de primaria. Preocupados por la solidaridad, dinamizadores del colegio, siempre buscando la ayuda al prójimo en base a unos principios profundos inculcados en el colegio, durante las vacaciones de Navidad propusieron realizar una manifestación un viernes en contra de los cierres de Lauki y Dulciora. Dicho y hecho. Ayer, pasadas las tres de la tarde, tras las clases de la semana y compartir bocadillo, como hacen todos los viernes del curso, llevaron a cabo esta actividad de protesta y concienciación.

Recorrieron los patios del colegio, salieron al exterior para hacerse oír por los vehículos que transitaban por la Avenida de Madrid para terminar leyendo un manifiesto. Hicieron volar tres globos como muestra de solidaridad hacia las familias afectadas por los cierres y los despidos y compartieron unos deliciosos caramelos cedidos por Dulciora.

«Nosotros, a pesar de nuestra edad, no estamos dispuestos a tolerar injusticias ni a que se juegue con los puestos de trabajo de nuestra región. Y ¿en qué nos comprometemos o por qué lo hacemos? Primero por dignidad. No se puede quedar una persona sin trabajo. Toda persona tiene derecho a un trabajo digno y remunerado. Segundo por justicia. Un padre y una madre tienen que alimentar a sus hijos y no les puede faltar el derecho a un trabajo y un salario justo, así la familia puede vivir unida y puede disponer de todo lo que necesita. Y tercero por solidaridad. No estamos dispuestos a que se les prive de sus derechos a personas cercanas a nosotros. Aunque no los conozcamos son personas próximas, que viven junto a nosotros, que están indefensas ante el atropello de sus derechos y dignidades. Y nosotros somos solidarios y queremos que nos sientan cercanos y próximos», indicaba parte del manifiesto que fue leído por varios niños.

En otro de los textos que leyeron hicieron repaso de la situación de varias empresas vallisoletanas, «al temor de los 86 empleados de Lauki se ha venido a sumar el de los 252 de la fábrica de golosinas que podría dejar de funcionar a mediados de 2017 y los 59 despidos de SADA-Valladolid. La falta de unidad y de sentimiento en nuestra tierra castellana nos lleva a situaciones de desamparo en Valladolid, donde se cierran fábricas sin dejar otra salida a cientos de trabajadores. Para empezar, los trescientos trabajadores de Lauki, Sada y Dulciora en Valladolid se quedan sin trabajo y todos los ganaderos del norte de Castilla sin un lugar al que dar salida a su leche. Lactalis ha decidido cerrar la planta de Valladolid, que en 2014 facturó más de 50 millones de euros. Mondelez lo que pretende es vender la marca Dulciora a la compañía francesa Eurazeo, que llevará estos productos a sus plantas en Francia. SADA deja Valladolid para fijar su residencia en Galicia», gritaron en alto.

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