Dulces Galicia, más de 150 años endulzándote la vida

En torno al año 1850, Fermín Galicia decide encaminar sus pasos profesionales hacia el mundo de la confitería y pastelería en Tordesillas. Desde entonces, cinco generaciones de la familia han vivido todo tipo de experiencias en un sector que evoluciona, y lo han hecho abiertos a las innovaciones pero siempre fieles al auténtico carácter de confitero artesanal y respetando el sabor tradicional de unos dulces que hoy son reconocidos mundialmente.

Esa esencia confitera tiene a los polvorones El Toro su mejor exponente, un ejemplo de la cuidada selección de materias primas y elaboración artesanal de cada creación que realiza la familia Galicia, ilusionada con endulzar la vida de tantas y tantas generaciones con otras muchas especialidades, que siempre produce de forma artesanal con los mejores ingredientes las pequeñas grandes delicias, que se encuentran en la centenaria confitería en Tordesillas y, además, pueden solicitarse desde este mismo año a través de la web (www.dulcesgalicia.es). Los polvorones El Toro, a su vez,se encuentran en esta época navideña en tiendas y grandes superficies, principalmente en el noreste y centro de España.

«La pastelería que regenta, actualmente, Carlos Galicia es una joya para Tordesillas como lo pueden ser sus monumentos, sus tradiciones y su rica historia y así lo reconocen sus habitantes, que se sienten orgullosos de este negocio pues lo sienten como propio, y «en cierta manera lo es, ya que también gracias a ellos, que han sido sus clientes incondicionales durante casi dos siglos, la pastelería se ha mantenido en el tiempo», aseguran.

Carlos Galicia ha sido el primero de las cinco generaciones de confiteros de su familia que ha impulsado la fabricación a gran escala y la expansión de la venta fuera de la provincia vallisoletana, sobre todo de su producto más conocido, los polvorones El Toro, modernizando el proceso de elaboración y logrando comercializarlo en prácticamente toda España, sin abandonar al pequeño distribuidor que a su vez abastece al pequeño comercio.

Otro de los logros de Carlos Galicia ha sido dar a conocer la más que centenaria pastelería Galicia fuera del ámbito local, dándola prestigio y popularidad, convencido de que atesora valiosas recetas centenarias de tradición familiar, pero al mismo tiempo incorporando en su recetario, con la misma maestría, nuevas elaboraciones al gusto de los tiempos actuales. Con él, Pastelería Galicia comenzó a elaborar la riquísima bollería, las pastas de té, las florentinas, gran variedad de pasteles y tartas, la pastelería salada, los turrones, roscones y, de momento, su última creación, los toritos de chocolate, que son los polvorones cubiertos de chocolate, con grandes expectativas a juzgar por su acogida entre los clientes. «Todos ellos dulces únicos que no pueden faltar por Navidad.