Lorena Sancho Yuste
Lunes, 12 de septiembre 2016, 17:45
Portillo y Arrabal prosiguieron ayer con sus fiestas patronales mediante la celebración de un nuevo encierro al estilo tradicional, desde el campo hasta ser encerrados en el distrito de abajo.
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A las diez en punto salieron los astados de los corrales camperos acompañados por una parada de bueyes y decenas de caballistas. Pero la velocidad con la que salieron los novillos dificultó a los caballistas agrupar la manada de salida, por lo que se desviaron del recorrido habitual. El director de campo, el ganadero y empresa Pedro Caminero, logró con destreza reconducir al ganado para que finalmente pudiera acceder a la zona de la Explanada, donde numerosos cortadores pudieron disfrutar con el gran juego de los novillos. Hasta allí llegaron los toros de uno en uno y no en manada, por lo que los aficionados pudieron disfrutar en mayor medida de cada uno de los astados. Finalmente fueron accediendo al recorrido para ser encerrados en la plaza de toros.
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