M. G. Marbán
Viernes, 26 de agosto 2016, 10:55
De heroico es calificado en el pueblo de Valdunquillo el comportamiento que el miércoles, de madrugada, tuvo uno de sus vecinos, que prefiere permanecer en el anonimato, lo que viene a acrecentar su imagen de héroe. Lo ocurrido bien podría ser el argumento de una película de cine negro.
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Pasaban las cuatro de la mañana cuando unos ruidos procedentes de la calle despertaron al vecino, quien, lejos de darse la vuelta y seguir durmiendo, salió a la puerta de casa. Desde allí distinguió a dos enmascarados que estaban en la puerta del bar Picu, el único del pueblo, que está frente a su casa. Al verlos, el vecino les preguntó por lo que estaban haciendo. Entonces salió otro hombre del bar y se unió a los dos que estaban afuera. A pocos metros esperaba un coche con un cuarto enmascarado. La primera opción de los tres hombres fue ir a por Carlos, pero a la voz de uno de ellos de «vamos, vamos», se dirigieron hacia el coche, no sin antes lanzar uno de ellos al vecino la maza utilizada en el robo, con la intención quien sabe si de amedrentarle o de agredirle, aunque sin éxito. Una vez los cuatro en el vehículo, el conductor dio marcha atrás con la intención de atropellar al valiente vecino, quien cogió la maza y se abalanzó sobre el coche que se le venía encima, partiendo la luna de atrás, lo que debió asustar al conductor, que emprendió la huida.
El vecino avisó al dueño del bar, Juan Carlos Marcos, quien al llegar a su establecimiento observó que le habían reventado la máquina tragaperras, robando la recaudación, después de arrancar la reja de entrada y descerrajar la puerta.
Por la mañana aparecía el coche abandonado en las cercanías del pueblo, en la carretera de Villanueva del Campo. En el interior del vehículo se encontraron las máscaras y una barra de uña. El suceso era denunciado ante la Guardia Civil en el cuartel de Mayorga. El propietario del bar Picu destacó la valentía del vecino, expresando que «le ha echado mucho valor, ya que lo normal es que se hubiera quedado en la cama, que es lo que hacen noventa y nueve de cada cien». Para Marcos, «es importante que nos ayudemos unos a otros».
En la misma noche, el bar El Arco de Mayorga era víctima de un robo similar, por lo que se supone que sería realizado por los mismos autores que el de ese pueblo. Tras ser forzada la puerta de entrada, era robada la recaudación de las máquinas tragaperras. Un robo que este bar ya sufrió hace menos de mes, y que se suman al sucedido en el bar Central, también de Mayorga.
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El propietario del bar El Arco quiso expresar «la inseguridad que existe en el municipio y la comarca, no es normal que haya tantos robos». López recordó los robos de gasóleo o cable de la zona. Para este vecino de Mayorga, «pagamos los impuestos y nos están robando el pan diario». Además, advirtió de que «si siguen los robos va a haber un grave problema, porque la gente ya está cansada».
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