lorena sancho
Lunes, 8 de agosto 2016, 09:31
. A la sencillez de Trifino Vegas, la clase de Javier Calleja, la sobriedad de Javier Margüello Pitirri, la elegancia de Víctor Holgado y la pureza de Jesús Sanz Parri. Al legado de las leyendas que inyectaron de pureza el corte castellano, a esos mitos del festejo popular que durante veinticinco años han cosechado ovaciones en el coso ahora cubierto de la villa maderera. A todos ellos, a los nombres que firmaron los embroques de seriedad castellana, la que presume de ser huérfana de aspavientos y rebosan de sencillez, rindió ayer tributo Íscar (plaza llena) como celebración de las bodas de plata de esta modalidad de festejo popular. Y lo hizo de la mano de la semifinal de la Liga del Corte Puro, la que insufla calidad y estética de la mano de Toropasión Espectáculos y el patrocinio de El Norte de Castilla. La que ayer, además, defendió a Tordesillas en contra de la prohibición del Toro de la Vega, con una pancarta portada por todos los cortadores que rezaba Tordesillas no se rinde.
Publicidad
La renovación de votos matrimoniales venía acompañada de eco de tambores y rostros ungidos de pintura a tres bandas. El ritual taurómaco para amortiguar embestidas a pelo tenía a su guerrero preparado antes incluso de la batalla. Como un Dios regresó a Íscar Dany Alonso. Probó de salida a Tejedor, el más serio de una bonita y buena novillada de Juan Manuel Criado, para recetarle a continuación un corte desde el estribo con el que puso de acuerdo al público iscariense. Ya tenía ganada la mitad del concurso. La otra mitad llegó con un embroque de idénticas características al anterior. El trofeo fue para su padre, Carlos Alonso.
Con Tejedor y su metro de pitón a pitón ofrecieron una intensa final, disputada, en la que se metieron también en pelea un Javier Santander Gusi (segundo) que echó mano del temple que habitúa, José Manuel Medina Zorrillo (tercero) que se lo puso difícil al vencedor, con su habitual toreo, pausa y sencillez a la hora de ejecutar el embroque; un Cristian Moras (cuarto) que regresó por sus fueros de pureza, y un sorprendente Óliver García (quinto), ya clasificado para Valladolid.
Ya con Sultán, el sosito astado de Juan Manuel Criado que abrió plaza, se la jugó a cara o cruz el de Vezdemarbán, Dany Alonso. Apostó a caballo triunfador, al de la amplia modalidad de cites que atesora, y ganó con una mimada forma de cuidar a un animal que derrochaba exquisita nobleza pero adolecía de transmisión. La emoción la puso Sabiondo, su hermano de camada lidiado en segundo lugar, de franca embestida pero suelta salida de cada corte. Apretó en cada embroque de Use, compitió pese a estar lesionado, que puso el corazón en un puño al respetable con su habitual raza. Y en los de Javier Santander Gusy, que se metió en la final con los cánones del corte puro aplicados a rajatabla, por delante de compañeros como el bicampeón de España Jonatan Estébanez Peta. La comunión entre Óliver García, iscariense, y Periodista, el reservón colorado levantó los oe, oe, oe de sus paisanos desde las gradas. Jugaba en casa el joven participante. Y no defraudó. Pasó a la final en un duelo entre su juventud y la veteranía de los ya consolidados Roberto Vidal, Tororo, Garci y Alberto Cózar.
La máxima competición llegó con Jarano, el cuarto de Criado Holgado, donde se jugaron el pellejo José Manuel Medina Zorrillo, Cristian Moras y Javier Manso Balotelli. Le consintieron hasta la saciedad. Dejándose llegar al novillo hasta el extremo centímetro que separa el pitón del cuerpo. Zorrillo con la ventaja, Moras con la pulcritud de la estética castellana y Balotelli con el arrimón.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.