El Duero sube, el Pisuerga baja

Primavera, lluvias y viento sur. Tras factores unidos que son mortales para el hielo, y si el hielo muere, lo que crece es el agua que llevan los ríos. No hay dudas. Eso es lo que está pasando en estos momentos en Castilla y León. La borrasca que el lunes dejó lluvias en las Canarias se acerca ahora al oeste peninsular enviando vientos cálidos, que están acelerando el deshielo de una manera importante. Y no tanto por el calor que pueda hacer durante el día, sino porque por la noche no se detiene el deshielo.

Mínimas de 10 grados en la Meseta implica que en las cumbres más altas puede caer el termómentro a -2, pero en las zonas intermedias el mercurio seguirá en positivo. Y en esas zonas intermedias de la Cordillera Cantábrica y del Sistema Central hay bastante nieve y bastante hielo. Como además va a llover de manera importante -40 litros se esperan en Segovia, Ávila o el sur de Salamanca-, se forma la tormenta perfecta que provoca que se llenen los cauces de los ríos.

Anticipándose a esta situación, los principales embalses de la Confederación del Duero llvan varios días desembalsando agua para poder hacer hueco a las avenidas que provoque el deshielo y la lluvia. Una medida lógica, pero que va a ser de una eficacia relativa porque los pantanos están muy llenos y tienen poco margen de maniobra par ahacer hueco. Si desembalsan muy deprisa, provocarán inundaciones aguas abajo de donde estén situados.

Total, que ahora es el Duero el que va hinchado de agua mientras el Pisuerga se está relajando, pero esto va a cambiar el miércoles y el jueves. El viernes, veremos, pero los pronósticos no son muy buenos. ¿Se va a salir del cauce el Pisuerga, entonces? No es descabellado pensarlo, pero hay que esperar.