La Junta quiere bajar las tasas universitarias

Las tasas universitarias en Castilla y León están entre las más caras de España y seguirán así un curso más porque la Consejería de Educación ha decidido congelarlas. Aún resulta inviable, según los cálculos macroeconómicos, forzar una rebaja que se reclama desde hace tiempo. «No tenemos presupuesto para rebajarlas de un modo significativo y equipararlas a la tasa media», admitió el consejero,FernandoRey. Y añadió un cálculo aproximado.«Esto supondría para las arcas de la Consejería de Educación un incremento de 30 millones de euros anuales que en este momento no es posible acometer», señaló.

Su compromiso es llevar a cabo esa rebaja de tasas en cuanto la situación macroeconómica lo permita.Y eso, traducido a términos más reales, significa cuando la financiación autonómica vuelva a ser la que debería. Al menos en el caso de Castilla y León y su sistema universitario. Porque ahí sí que Fernando Rey mostró su lado más reivindicativo. Lo del pan para todos incluye un buen porcentaje de injusticia cuando esos 'todos' se comportan de forma desigual. «Tenemos un hecho diferencial y es que somos el único sistema autonómico universitario, y además muy poblado, que está saneado económicamente. O nuestras universidades públicas no tienen ya deuda o están a punto de pagarla por completo y conseguir que haya superávit cada año. Hemos saneado las universidades públicas y lo hemos conseguido, además, en pleno periodo de una crisis económica pavorosa», recordó el consejero de Educación.

Un dato que el propio rector de la Universidad de Valladolid, Daniel Miguel, considera imprescindible para abordar el asunto de las tasas universitarias. Porque hay otras instituciones en España que han mantenido precios bajos confiando en mantener la financiación estatal y se han estrellado contra la realidad económica. Ahora lamentan deudas excesivas y hasta arrastran, en algunos casos, «problemas para pagar las nóminas», como recordaba Daniel Miguel.

«Como rector y como padre de universitarios me parecería bien que las tasas fueran menores», señaló. «Pero en algún momento se tomó la decisión de subirlas y eso ha permitido que las universidades hayan estado razonablemente financiadas. No es que haya sido una situación confortable, porque las universidades han hecho un esfuerzo presupuestario importante. Hemos padecido la baja en el número de profesores y hemos ajustado los presupuestos. Pero recibir algo más de dinero por las tasas ha supuesto que estén financiadas y saneadas», añadió. Cabe recordar que la Universidad de Valladolid aprobó recientemente un presupuesto de 194 millones de euros . Cifra que supone un avance tras años de retrocesos pero que aún está lejos de los 205 que llegó a tener.

«Necesitaríamos una condición macroeconómica favorable, una nueva financiación autonómica que contemplara el hecho de que por ejemplo en Castilla y León hay cuatro universidades públicas y alguna de ellas de gran calado. Tenemos cien mil alumnos universitarios», advirtió el consejero de Educación.

Otro punto en el que coincidieron tanto Fernando Rey como Daniel Miguel fue en la necesidad de que el sistema de becas cubra lo mejor posible a todos aquellos estudiantes que no puedan hacer frente a unas tasas universitarias tan elevadas. Algo, recordó Rey, en lo que solo la comunidad canaria supera al esfuerzo realizado por Castilla y León.