Los vecinos del norte y el este piden que el PGOU garantice el equilibrio de los barrios

«El bus turístico nunca pasará por nuestros barrios», dice Ángel Centeno, de la asociación de vecinos de Las Flores, durante la tercera y última de las jornadas informativas sobre las líneas maestras del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que ayer abordó las necesidades de los barrios y su relación con el casco histórico. Portavoces vecinales de las zonas norte y este de la ciudad (Barrio España, Pilarica, La Rondilla, San Pedro Regalado)reclamaron que el futuro plan articule medidas que permitan equilibrar las dotaciones, que durante los últimos años se han volcado hacia el oeste de la capital (Villa de Prado, por ejemplo).

Para ello, proponen que se aprovechen las nuevas zonas que ya están en desarrollo, como Los Vivero, para paliar estas carencias. De hecho, el anterior PGOU ya contemplaba un centro integrado (similar al del matadero o el antiguo mercado central)para esta zona, pendiente de ejecución. El concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, insistió en la necesidad de «definir» estas dotaciones, algo que subrayó Jesús Enríquez, portavoz del PP, quien reconoció que esta es una de las carencias de infraestructuras.

Jesús Blanco, de la asociación de vecinos de San Pedro Regalado, argumentó que las peticiones vecinales no pasan por «tener todos de todo, porque eso es despilfarro», pero sí que aludió a la creación de «dotaciones» que sirvan para barrios cercanos. José Andrés Herranz, de Barrio España, lamentó que durante los últimos años «las zonas más allá del río (Esgueva)hayan estado olvidadas».

Manuel Prieto, de La Rondilla, recordó que la falta de dotaciones se une el progresivo abandono de algunas ya existentes como el San Juan de la Cruz, el antiguo instituto Santa Teresa, sin que se hayan encontrado soluciones alternativas. Marga García, de Pilarica, indicó que la situación ha generado además el progresivo envejecimiento de estos barrios. «Los hijos de los vecinos se han mudado, sobre todo para irse a Cigales, Laguna o Arroyo, cuando no a Madrid o Alemania», explicó.

Saravia informó de que, entre las líneas directrices que articulará el nuevo PGOU, se encuentra precisamente la intención de destinar esfuerzos a esas zonas norte y este para conseguir un equilibrio de infraestructuras en la ciudad. Desde Urbanismo han detectado parcelas que pueden contribuir a ello, como unos terrenos junto a San Quintín, en la actualidad, propiedad de Defensa.

El documento del nuevo PGOU también propone crear «micromejoras» en los barrios, adecuar las plazas como lugar de encuentro en cada distrito, potenciar los ejes comerciales (incluso con peatonalizaciones) y mejorar las conexiones del centro con los barrios. Eso sí, durante la reunión, quedó claro que el urbanismo no basta para lograr el equilibrio de la ciudad, sino que también hay que incidir en otro tipo de acciones, sociales o culturales.

Pero la receta para la mejora urbanística de la ciudad también mira al centro. El nuevo PGOUincluirá medidas para «fomentar el carácter residencial» y evitar que el casco histórico se vacíe de vecinos. «Que se conserve una masa de viviendas disponibles en el centro es importantísimo», apuntó Saravia, quien para ello apostó por la creación, también aquí, de un centro integrado, un espacio dotacional que preste servicio a los vecinos que viven en el cogollo de la ciudad. El edil de Urbanismo propuso además la creación de un inventario del patrimonio urbanístico local con aquellos edificios del siglo XX «sobre todo a partir de 1940» que tienen especial interés.